El titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arturo Chávez Chávez, aseguró que el Estado no persigue a los capos para matarlos, y advirtió que con la muerte de Arturo Beltrán Leyva, El jefe de jefes, se espera un incremento de la violencia en el país.

Durante un encuentro con representantes de los medios de comunicación con motivo del fin de año, el funcionario afirmó que el operativo realizado en Cuernavaca, Morelos, el pasado miércoles por personal de la Secretaría de Marina-Armada de México se llevó a cabo gracias a denuncias anónimas.

Sin embargo, la Armada, igual que la Presidencia de la República, señalaron que fue resultado de labores de inteligencia.

Durante la reunión, llevada a cabo en la sede de la PGR, Chávez Chávez expresó: “se ha avanzado de manera significativa en el combate a la delincuencia organizada (con la muerte de Arturo Beltrán Leyva), porque (los criminales) hacen daño a la sociedad y provocan dolor y muerte, pero finalmente también son seres humanos y la autoridad los visualiza como tales.

“El Estado mexicano nunca ha perseguido ni va a perseguir a los delincuentes para matarlos, porque ésa no es su función. Su función es cumplir con el estado de derecho, detenerlos y presentarlos ante las autoridades.

“Evidentemente, si (los servidores públicos) son recibidos a balazos, si son agredidos, responden la agresión, que es lo que ocurrió en este caso.

“En lo que se refiere a la posible escalada de violencia contra las autoridades, es importante precisar que desde el jueves o el viernes pasado, la Marina, atendiendo a una serie de denuncias anónimas sobre grupos armados que se ubicaban en las inmediaciones de Cuernavaca, acude y es recibida a balazos (el 11 de diciembre en Tepoztlán).

“Derivado de un seguimiento a este operativo es que de nueva cuenta se hacen señalamientos por parte de vecinos de movimientos raros de gente también armada, y es cuando acuden y son recibidos de nueva cuenta a tiros. Esa es la forma como se dio el enfrentamiento del día de ayer (miércoles)”.

Al respecto, mandos de la Secretaría de Marina que participaron en el operativo contra Arturo Beltrán Leyva indicaron que la operación para ubicarlo data de tres meses.

Los entrevistados señalaron que el enfrentamiento en que perdió la vida El jefe de jefes se inició a las 5 de la tarde y terminó cuatro horas después, hasta que a los delincuentes se les acabó el material de fragmentación (granadas) y los elementos de fuerzas especiales de la Armada pudieron someterlos.

La Secretaría de Marina puntualizó que el 11 de diciembre obtuvo información de la narcofiesta que se celebraba en Tepoztlán y ahí logró detener a 11 personas. Se siguió investigando y se tuvo la certeza de que Arturo Beltrán Leyva estaba en Cuernavaca al mediodía del miércoles, en un departamento del condominio Altitude, por lo que los infantes hicieron un cerco alrededor del edificio y lo fueron cerrando poco a poco, dejando salir del lugar a los vecinos previa identificación, hasta que sólo quedaron Beltrán y su gente atrincherados en su departamento.

El titular de la PGR apuntó: “la muerte de El Barbas o El jefe de jefes constituye el debilitamiento de su organización”, lo cual “puede ser interpretado como una oportunidad por un cártel que le esté disputando territorio, si lo advierten débil. Probablemente intenten fortalecer acciones para avanzar en territorio o en posiciones, y esto puede significar enfrentamientos entre ellos”.