El gobierno estadunidense aceptó silenciosamente renunciar a miles de millones de dólares en pagos de impuestos potenciales de Citigroup, como parte del acuerdo anunciado esta semana, para destetar a la empresa del plan de rescate masivo de los contribuyentes, que le ayudaron a sobrevivir a la crisis financiera.

El servicio fiscal estadunidense emitió el viernes una excepción a las normas fiscales para beneficio de Citigroup y otras empresas, parcialmente propiedad del gobierno. Como resultado de ese acuerdo, Citigroup podrá retener 38 mil millones de dólares en exenciones de impuestos, que de otra forma reduciría su valor, cuando el gobierno venda sus acciones a inversionistas privados.

El servicio fiscal, brazo del Departamento del Tesoro, ha cambiado las reglas durante la crisis financiera, para reducir la carga fiscal en las cuentas de las firmas. La regla cambiada el pasado viernes también fue alterada en la administración de George W. Bush para impulsar fusiones, lo que permitió a Wells Fargo reducir millones de dólares del pago de impuestos al comprar el banco Vacovia.