Moody’s anunció que a mediano plazo no anticipa movimiento en su calificación soberana de México, actualmente en Baa1 con perspectiva estable, a diferencia de Fitch y Standard & Poor’s que la redujeron en fecha reciente.

Alberto Jones Tamayo, director general de Moody’s de México, dijo que esta agencia internacional no estima que a corto plazo pudiera ocurrir algo que modifique los fundamentales de la calificación de México, ”en virtud de lo cual no anticipamos moverla”.

En caso de que continúe el deterioro de algunas de las métricas financieras de la deuda de México, en particular lo que se refiere a sus ingresos, “entonces Moody’s planteará primero un cambio de perspectiva en su caso y, posteriormente, cambiar la calificación”, precisó.

En reunión con medios, explicó que para Moody’s la perspectiva de la calificación crediticia de México es estable porque no anticipamos que en un plazo relativamente corto, digamos hasta de un año, pueda ocurrir algo.

No hay fechas fatales, pero históricamente cuando algo tiene perspectiva estable es que no anticipamos nada, ni ahorita ni en dos años, es estable, subrayó Jones Tamayo.

Aunque las condiciones internas de México para generar más ingresos fiscales están limitadas, Moody’s considera que el país no va a recurrir a un endeudamiento extremo para lograr mayores niveles de gasto.

Ya lo ha comprobado, lleva 15 años con ese tipo de disciplina y no creemos que eso vaya a cambiar, independientemente de quién esté en qué secretaría y quién sea el Presidente, este país es un país con una gran fortaleza institucional, destacó.

Recordó que Moody’s dio el grado de inversión a México (Baa3) en 2000, incluso antes de la elección presidencial de ese año, pues su manejo macroeconómico de política monetaria y fiscal tenía tantos rasgos de estabilidad, consistencia y disciplina, que no importaba quien saliera Presidente.

El director de agencia en nuestro país mencionó que posteriormente Moody’s subió la calificación soberana de México a Baa1, donde se encuentra actualmente, tras los cambios fiscales aplicados en el país en los últimos años.