Presentó obra bilingüe sobre la evolución urbana a partir de las dinámicas de crecimiento
Arquitech construye para privilegiar la libertad de elegir, dice el arquitecto fundador del grupo
Miércoles 16 de diciembre de 2009, p. 6
El centro comercial no sólo es un punto para comprar y vender: también es un elemento que organiza un barrio hasta convertirse en el nuevo espacio público, lugar de encuentro social porque todo mundo puede entrar.
Existen dos tipos de centros: los dirigidos a los barrios pobres, con tiendas populares, y los de los ricos, donde se ofrecen artículos más elitistas, pero todos pueden ir.
La interpretación de ver al centro comercial como espacio de socialización en las ciudades es del arquitecto Juan José Sánchez Aedo, fundador del grupo Arquitech, pues entiende la evolución de la ciudad en función de las dinámicas que impulsan su crecimiento.
En entrevista, explicó que los centros comerciales (malls) llenaron un hueco comercial y tienen la capacidad de ser el lugar de encuentro de la sociedad porque no existe un espacio plural
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Los centros comerciales, agregó, cubren un hueco en la actual filosofía urbana. Hace años eran más peatonales las calles y las personas tenían la posibilidad de comprar, como se hace en el Centro Histórico, la Condesa o Polanco.
El urbanismo cambió a Satélite, Villa Coapa y Bosques de las Lomas, porque las distancias son tan grandes que el comercio no funciona y se tienen que concentrar en un lugar.
Más que galerones
Para conocer las aportaciones en la vida moderna del grupo Arquitech, la editorial Arquine publicó el libro El centro comercial como nuevo espacio público, de Sánchez Aedo, el cual fue presentado recientemente en un hotel de la ciudad de México.
El arquitecto recordó que los antiguos barrios como Tacubaya, Coyoacán o San Ángel, tienen una plaza en el centro, iglesia y edificio delegacional, y sus calles son peatonales, pero el concepto de urbanismo ha cambiado y los centros comerciales llegaron a llenar un vacío en algunas colonias.
Aseveró que la diferencia entre una calle peatonal y un centro comercial es que éste cuenta con tecnología para control climático, escaleras eléctricas y estacionamiento. Antes las calles para los peatones eran de otra forma de vida y con otro movimiento.
Sánchez Aedo dijo que la interpretación de grupo Arquitech es que los centros comerciales no solamente sean galerones, sino espacios donde las personas tienen otra actividad social y pueden convivir
.
El volumen incluye dos ensayos de los arquitectos Miquel Adriá y Enrique Martín-Moreno. Desde esta nueva perspectiva del centro comercial, como espacio público, se advierte el miedo de las personas que viven en la ciudad o en suburbios y carecen de vida urbana.
Según Adriá, “el centro comercial es una de las tipologías que se desarrollaron con mayor éxito en el siglo XX y que, junto con el rascacielos y la capilla abierta, es genuinamente estadunidense. Si el nombre ya define la función –centro y comercial–, la forma proviene de emular los espacios urbanos –calle y plaza– dentro de un contenedor controlado y acotado”.
Expansión en el mundo
Juan José Sánchez Aedo explicó que el grupo Arquitech procura construir centros comerciales donde el usuario domine y controle el lugar, asimismo pretenden que sean lugares con una organización natural para que el público se relacione con facilidad.
Buscamos crear espacios donde las personas puedan caminar y circular libremente; no pretendemos inducir por dónde caminar, sino que exista la libertad de elegir.
En el libro se narra el origen del centro comercial que se remonta a las calles cubiertas como la Galleria Vittorio Emanuele de Milán, que evolucionó hacia las grandes superficies comerciales en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial para esparcirse en el mundo y adquirir en cada lugar ciertos atributos locales.
La obra publicada por Arquine en edición bilingüe inglés-español muestra los distintos ejemplos de los centros comerciales construidos por el grupo Arquitech.