Con una pastorela creada para títeres, Costumbre que fue nacida de otra que fue prohibida, la compañía Marionetas de la Esquina, que dirigen Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola, pre-inauguró hace unos días la que será su nueva sede a partir del año entrante.

El proyecto, que todavía tiene limitaciones en cuanto a infraestructura, lleva por nombre La Casa de las Marionetas y está ubicada en pleno centro histórico de Coyoacán.

A la fecha consta sólo del predio, una carpa y un escenario desmontables, así como las instalaciones hidráulicas y parte de las eléctricas.

A ello deben sumarse los cimientos que sostendrán las estructuras de concreto prefabricado con las que serán edificadas las instalaciones, las cuales constarán de un teatro, con lobby para exposiciones; una biblioteca especializada y aulas.

Debido a su orientación de promover el estudio, la investigación, la enseñanza, la promoción y la difusión del arte de las marionetas, se trata de un espacio único en su tipo en el país e incluso uno de los pocos que existen en América Latina.

En Monterrey, por ejemplo, la compañía El Baúl cuenta con una iniciativa similar, aunque de dimensiones menores, precisa Lourdes Pérez Gay, codirectora de Marionetas de la Esquina, compañía que recientemente cumplió su 35 aniversario y es reconocida a escala internacional por la calidad de sus espectáculos enfocados al público infantil.

Primero ofrecer, luego pedir

El impulso de echar a andar La Casa de las Marionetas sin haberla concluido, explica Lourdes Pérez Gay, responde a que entre los principios de este grupo de titiriteros no cabe la acción de pedir sin tener algo que ofrecer.

El proyecto llegó ahora una etapa en la cual se ha hecho necesario solicitar el apoyo de la sociedad y de las instituciones públicas para culminarlo, aclara.

El avance de los trabajos para la nueva sede de Marionetas de la esquina reporta 40 por ciento de la inversión total.

Según Pérez Gay, eso se ha sufragado con dinero que ha salido en su totalidad de lo generado por la agrupación con motivo de sus presentaciones.

Viene la etapa de conseguir donativos, desde cinco pesos hasta lo que se pueda. No queríamos comenzar esta campaña sin nada; nos parece que no se vale ir a pedir sin ofrecer, precisa.

Ésa fue la razón por la que decidimos preinaugurar con lo que ya tuviéramos. La carpa y el escenario que utilizamos no son baratos. En principio ya tenemos la autorización de la delegacion (Coyoacán) para funcionar tres meses de esta manera, pero en cuanto tengamos listo el espacio tramitaremos el permiso permanente.

A la fecha Marionetas de la Esquina, indica su directora, cuenta con la beca del programa México en Escena para compañías con trayectoria, pero ésta no puede aplicarse en nada relacionado con infraestructura.

“Gracias a ese apoyo –prosiguió Lourdes Pérez Gay– podemos sostener al equipo de la compañía, integrado por 20 personas. Los actores ganan por función, excepto tres que además apoyan en otros trabajos. Tenemos tambien difusión. Somos una agrupación estable y necesitamos hacer frente a varios gastos.”

Ubicada en Guerrero 7, colonia Del Carmen, Coyoacán, La Casa de las Marionetas es impulsada por la Fundación La Titería AC, constituida por la agrupación en 2003.

Desde este nuevo espacio, la compañía Marionetas de la Esquina y su fundación pretenden atender tres grandes ramas en las que, de hecho, se trabaja ya desde hace largo tiempo.

Éstas son la artística, mediante la producción y montaje de espectáculos; la académica, a partir de la impartición de cursos y talleres, así como la realización de mesas redondas y montaje de exposiciones, y la promoción social y comunitaria.

Desobediencia a un edicto real

“Trabajamos con promotores comunitarios –abundó Lourdes Pérez Gay– para que aprendan a utilizar los títeres como un medio para enfrentar y prevenir varios problemas sociales, como la violencia intrafamiliar y la drogadicción, algo similar a lo que hizo la escritora Rosario Castellanos en Chiapas.

Estamos convencidos de que el títere sigue siendo una herramienta importante en esa tarea. El trabajo comunitario es imprescindible en México. Debemos darnos cuenta de que es posible trabajar y ayudar a la transformación de nuestra realidad.

La pastorela con la que se preinauguró La Casa de las Marionetas, original de Lucío Espíndola, se titula Costumbre que fue nacida de otra que fue prohibida.

En ella se relata, de manera vistosa y divertida, que la tradición de las posadas en México se originó como una forma de burlar un edicto real promulgado en el siglo XVII, en el cual se prohibía a los habitantes de la Nueva España hacer cualquier festejo con motivo de la Navidad.

Las funciones de la pastorela en La Casa de las Marionetas, que concluirán el 20 de diciembre, se realizan jueves, viernes, sábado y domingo, a las 17:30 horas.