Buenos Aires, 14 de diciembre. El gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, denunció hoy ante la justicia que se interfirieron las comunicaciones del helicóptero que trasladaba a la jefa de Estado el viernes pasado, en lo que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, definió como un gesto intimidatorio y amenazante, repudiado desde sectores oficiales, gobernadores, hasta sindicatos, intelectuales, la Asociación de Madres de Plaza de Mayo y numerosos organismos humanitarios y sociales.

Estas interferencias sucedieron el pasado 11 de diciembre a la misma hora que en los tribunales comenzaba el megajuicio contra los militares de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la pasada dictadura (1976-1983).

Maten a la yegua, ¡mátenla!, dice una voz masculina, con una marcha militar de fondo, en un audio divulgado aquí. Boludo maten al pescado. Mátela, es otra de las frases con las que interfirieron las comunicaciones del helicóptero de la presidenta.

Vínculo con ex represores

El procurador general Esteban Righi, y el jefe de Gabinete Aníbal Fernández presentaron la denuncia ante la justicia. El propio Fernández sugirió que las amenazas –fueron unas cinco– podrían estar ligadas al inicio del juicio en el que comparece casi una veintena de marinos de la Esma, el mayor centro clandestino de detención de la dictadura, entre ellos emblemáticos hombres de la represión, responsables de secuestros, torturas, desapariciones, robos de niños nacidos en cautiverio y otros.

El ex capitán Alfredo Astiz, condenado también en Francia en ausencia por el secuestro y desaparición de dos monjas francesas y responsable de otras desapariciones de extranjeros, así como el ex capitán Jorge Tigre Acosta; Ricardo Miguel Cavallo, Sérpico, y otros de ese mismo nivel de criminalidad, fueron defendidos mediante cartas amenazantes que circulan en Internet, redactadas por grupos ligados a la pasada dictadura. Astiz y sus compañeros son calificados de héroes en esos mensajes, en los que se reivindica la guerra contra el comunismo y otros, también dejando señales amenazantes para los organismos de derechos humanos.

No hay forma de que se pueda probar por ahora este tema, pero no deja de ofrecerle a cualquier malpensado, como uno, que esto está íntimamente ligado con estas acciones, dijo Fernández, quien junto con el procurador Righi presentó la denuncia este mediodía ante la Cámara Federal, que la asignó al juez Ariel Lijo con la intervención del fiscal Eduardo Taiano.

Ambos funcionarios presentaron las pruebas sobre las amenazas que llegaron mediante interferencia a la radio del helicóptero en que viajaba la mandataria hacia la casa de gobierno. En la denuncia figura el informe del coronel Alejandro Graham, jefe de la Casa Militar de la Presidencia, quien tiene a su cargo la custodia presidencial.

Se entregaron al juez además los informes sobre las medidas de seguridad adoptadas: un cedé con la grabación de la misma y nómina del personal que tuvo conocimiento del hecho.

Según el informe se escucharon las amenazas y durante unos cinco segundos la marcha militar Avenida de las Camelias, que acompañó el 24 de marzo de 1976 el primer comunicado de la junta militar que impuso la dictadura más cruenta en la historia del país.

Poco después, entre las medidas de seguridad se interrogó a los pilotos del H-03 y al jefe de agrupación aérea, quienes deberán presentar un informe por escrito, además de solicitar a la torre de control de Aeroparque la grabación relacionada con estas comunicaciones.

“Es muy grave –explicó Aníbal Fernández– porque hablamos de que este tipo de comunicaciones no se pueden interferir desde otro lugar que no sea otra aeronave o un lugar de tierra que esté preparado para el control aéreo, porque se trata de un aparato muy particular que es el DHF”, precisó el jefe de Gabinete.

Fernández de Kirchner declaró que muchos episodios han pasado en estos días y nos dan muestras de que todavía están los dinosaurios. Evitó referirse a los autores de las amenazas porque será la justicia la que determine, en todo caso.

En un acto partidista, en la ciudad de Rosario, el ex presidente Néstor Kirchner, marido de la mandataria, dijo que jamás nos perdonarán haber terminado con la impunidad.

El Instituto Espacio para la Memoria, que agrupa a la mayoría de los organismos de derechos humanos, repudió lo que consideró una amenaza a la gobernante y también lo vinculó con el inicio de los juicios a los marinos.

Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza de Mayo, bajo la consigna de que el gobierno del pueblo no se toca, llamó a repudiar masivamente la cobardía con que los fascistas de siempre amenazan a nuestra presidenta y convocó a trabajadores, artistas, profesionales, hombres y mujeres a manifestarse este martes ante la casa de gobierno.

También estos días hubo frases amenazantes de dirigentes de la Sociedad Rural llamando a descabezar al gobierno de la provincia de Buenos Aires, lo que unido a otros llamados similares para defenestrar al gobierno o cortarles la cabeza, como se ha dicho públicamente, conforman un clima enrarecido y peligroso.

La justicia deberá utilizar todos los recursos tecnológicos del Estado para esclarecer el hecho y castigar a los autores de este gravísimo ataque a la democracia y sus instituciones en la persona de la presidenta, señalan gobernadores en comunicados.

En las amenazas se emplearon insultos que fueron conocidos durante el pasado paro patronal golpista de entidades rurales, en 2008, cuando el lenguaje de algunos dirigentes y medios de comunicación sorprendió por su extrema violencia, comparable a lo que sucedió cuando murió Eva Perón en 1952 y sus detractores de la alta oligarquía local y otros socios escribieron en las paredes de Buenos Aires: viva el cáncer.

Muchos epítetos contra la mandataria tienen una evidente similitud con los que se usaban en aquellos días, donde ya se preparaba el golpe militar que sucedió meses después de que una cuadrilla de aviones, la mayoría de la marina, bombardeó la casa de gobierno y sus alrededores, donde estaba el entonces presidente Juan Domingo Perón, dejando decenas de muertos y centenares de heridos. El bombardeo fue lanzado el 16 de junio de 1955 y el golpe militar ocurrió el 16 de septiembre de ese mismo año.

En los mensajes de condena a las amenazas a la presidenta Fernández de Kirchner se recordaron estos dos hechos del pasado que marcan una similitud de aquellos trágicos momentos con la situación actual.