Medallas y agallas
demás de técnica, organización, rivalidad, frecuencia de actuaciones, motivación y nivel de crítica, los toreros españoles tienen otra ventaja sobre sus colegas mexicanos: el valor civil de algunos de ellos para cuestionar públicamente a funcionarios públicos, incluso a nivel presidencial.
El matador Francisco Rivera Ordóñez, primogénito de Paquirri y de Carmina, hermano mayor de Cayetano y ex duque consorte de Montoro, pues fue esposo de Eugenia Martínez de Irujo, hija de la duquesa de Alba, y según las crónicas primer torero que logra casarse, por cuatro años, con una aristócrata, tuvo un inusitado gesto.
Tras recibir la Medalla de Oro de las Bellas Artes de manos del rey Juan Carlos, precedida la premiación por un sinnúmero de pronunciamientos en favor y en contra, al grado de que maestros como Paco Camino y figuras como José Tomás hablaron de devolver sus respectivas medallas, mientras Morante de la Puebla señalaba, no sin razón, la falta de méritos artísticos del Rivera Ordóñez para merecerla, éste se tiró a matar en contra no sus detractores sino de... José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno de España, al que tachó de ser el antitaurino número uno y el mayor enemigo de los toros
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Antes de recoger su medalla el asediado Fran, como le llaman amigos y revistas, añadió: “Rodríguez Zapatero nada ha hecho en favor de la fiesta. La ha menospreciado y minusvalorado. Esta es una cuestión grave, me consta que ha hecho todo lo posible para que los toreros no lo visiten en La Moncloa… Tuve ocasión de proponerle a un líder socialista la idea de organizar un encuentro con el presidente, a él le pareció muy bien pero cuando se lo propuso a Rodríguez Zapatero contestó un no rotundo. Me parece una actitud impropia de quien representa a los españoles”.
Aquí, con trabajos la llamada oposición medio censura el desempeño del presidente en turno, por lo que esperar de un torero mexicano cuestionamientos al lamentable taurinismo de clóset de Vicente Fox y de Felipe Calderón o a la indiferencia de mandatarios priístas modernos
como Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo es como pedirle peras al olmo.