Papel y street art, de artistas nacionales y extranjeros, en Casa del Lago
Domingo 13 de diciembre de 2009, p. 4
De la calle a las galerías, de los muros públicos a los muros en resguardo, y entre la protesta y la creatividad, la exposición Papel y street art es un repaso histórico y un panorama actual del trabajo de artistas como el estadunidense Shepard Fairey, conocido como Obey, y el francés Blek le Rat, precursor en el uso del esténcil en los años 70.
Esta colectiva en la Casa del Lago, continuación del proyecto Concreto, que concluirá hoy, incluye a otros creadores extranjeros y mexicanos.
Ellos son Evan Hecox, Andy Jenkins, Michael Leon, Cody Hudson, Andy Mueller, Steven Harrington, Teddy Kelly, Acamonchi, Russ Pope, Michael Coleman, Ciler, Michael Sieben, Nat Swope, Watchavato, Isauro Huízar, Tomás Guereña y el colectivo oaxaqueño Lapiztola.
Curada por Nydia Cisneros, Bryan Fisher, Itxaso Larrañaga, Diego Padilla y Pablo Romo, la exposición muestra que “el street art, a diferencia del grafiti, es variado en sus recursos: incluye calcomanías, esténciles, serigrafía sobre papel o vinil, y muchas más que, mezcladas, permiten mayor juego de materiales y formas de presentación”.
El francés Blek le Rat (1952), quien expone La sociedad del espectáculo, en la que, como constante en su obra aparece la figura de la rata, comenta en entrevista que siempre hay espectadores y actores
, pero que los unos se pueden transformar en los otros, y viceversa.
“Cuando comencé era un esténcil muy primitivo, y hacía muchas ratas, porque París está lleno de ellas. Cuando estudié la sociedad de las ratas me di cuenta de que había muchas similitudes con la sociedad humana.
“Lo que hago ahora está más enfocado en problemas sociales. Por ejemplo, en Europa y Estados Unidos existe el grave problema de gente sin techo, que vive en las calles, pero los demás no los ven. Y no se trata sólo de viejos, alcohólicos o drogadictos, sino de jóvenes, mujeres y niños.
La gente muchas veces reacciona pidiendo a la policía que los quite de su vista. Pinto a muchas de esas personas para, en lugar de desaparecerlos, ponerlos frente a los demás y hacerlos visibles.
Para Blek le Rat el arte tiene que tener una preocupación social y humana, pero no política. El arte callejero debe tener esa responsabilidad. Aparte del arte, se necesita ese algo más.
El colectivo Lapiztola, integrado por Rosario Martínez, Roberto Vega y Yankel Balderas, quienes exponen ¡Ay qué bonito es volar!, consideran que su trabajo es principalmente político
, a la vez que estético y metafórico.
Como muchos otros colectivos y artistas individuales, estos jóvenes participaron con su arte público en el movimiento social de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
Dicen que hoy es difícil trabajar en bardas de la ciudad de Oaxaca, porque enseguida son reprimidos por la policía y su obra destruida, aunque algunas de sus creaciones aún permanecen a la vista, como una en la colonia Jalatlaco.
Ubicada su pieza en una sala con gráfica del 68, los de Lapiztola exponen un tapiz de pájaros enjaulados, rasgado por un joven para liberar a las aves y que puedan volar.
Es una metáfora y cada quien la toma como quiera: tal vez sea liberar ideas o conciencias
, expone Rosario. Todavía venimos arrastrando el conflicto de 2006, y aún hay presos políticos
, dice Roberto.
Alexis Mata, Ciler (1981), quien expone la obra Protesta, quiere representar lo que estamos viviendo en el Distrito Federal, y en México en general, acerca del resurgimiento de los movimientos de protesta
.
Menciona conflictos como el despido masivo de los electricistas o el impuesto a Internet. Para este trabajo Ciler viajó en 2006 a Oaxaca, con el propósito de documentarse sobre el movimiento de la APPO, por eso sus personajes aparecen enmascarados.
Cada ser humano debe estar en desacuerdo con todo lo que se le presenta. Alguna vez tienes que protestar para algo; esa es la esencia de esta pieza
, plantea.