Extraoficialmente se habla de 5 agentes fallecidos y 20 heridos graves
Jueves 10 de diciembre de 2009, p. 15
Morelia, Mich., 9 de diciembre. Grupos armados del crimen organizado que operan en Michoacán protagonizaron ayer seis ataques contra bases de la Policía Federal (PF) establecidas en los municipios de Morelia, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Arteaga y Salvador Escalante.
En Uruapan, otro de los municipios michoacanos con fuerte presencia policiaca, los agentes federales se pertrecharon en un céntrico hotel de la localidad, acordonando varias cuadras del centro de la ciudad.
En los ataques murieron un policía federal y cuatro sicarios, mientras que ocho elementos policiacos resultaron con lesiones de gravedad, según información extraoficial proporcionada por peritos y oficiales de las corporaciones federal y estatal que acudieron a los lugares donde ocurrieron los atentados.
Sin embargo, otras versiones –también recogidas en las corporaciones policiacas– indican que cinco efectivos federales perdieron la vida y más de 20 resultaron heridos de gravedad.
La única información que de manera oficial emitió la Secretaría de Seguridad Pública Federal fue en un comunicado en que desmintió que un helicóptero de la dependencia hubiera sido derribado por los criminales.
Esta es la segunda serie de ataques en lo que va del año que el crimen organizado lanza contra la PF en Michoacán. El pasado 11, 12 y 13 de julio sicarios presuntamente al servicio de la organización delictiva La Familia atacaron hoteles donde pernoctaban policías, perpetraron emboscadas y asesinaron a agentes federales.
Las agresiones
En la capital del estado ocurrieron dos de los seis ataques. El primero a las 18 horas en el hotel Casablanca, ubicado al poniente de Morelia, donde un comando armado con rifles de asalto y granadas de fragmentación sorprendió a los federales que pernoctaban en el inmueble.
Según la información recabada, resultaron heridos un uniformado y un civil. Minutos después, otro grupo de sicarios atacó el hotel Villas del Sol –ubicado en la carretera que conduce de Morelia a Salamanca–, el cual también servía como base de las fuerzas federales.
Ahí resultaron lesionados los policías Martín Rangel Pérez, quien recibió cinco impactos de bala, y Felipe Neri Martínez; en esta agresión se reportaron al menos otros cuatro heridos de gravedad.
Casi a las 16 horas, en Apatzingán, un convoy de federales fue emboscado por un grupo armado que se desplazaba por un camino de la comunidad rural conocida como El Alcalde.
De acuerdo con la información proporcionada, en este lugar se suscitó un enfrentamiento entre sicarios y federales que duró más de una hora, dando como resultado cuatro sicarios fallecidos y cinco policías heridos, quienes fueron llevados a hospitales locales.
Al cierre de esta edición, elementos de la PF y del Ejército mantenían sitiadas las inmediaciones de la clínica Santa Fe en Apatzingán, donde recibían atención médica los heridos.
En el municipio de Lázaro Cárdenas, otro convoy de federales fue interceptado por pistoleros alrededor de las 18:20 horas, cuando realizaban un recorrido de vigilancia en la tenencia de La Mira, ubicada a 10 kilómetros de la ciudad portuaria; en el lugar se registró una baja federal y no se reportó ningún sicario lesionado o detenido.
Por la noche, pasadas las 20 horas, un comando atacó un vehículo de la PF que se dirigía de Tumbiscatío a Arteaga; en dicha emboscada resultó herido un federal, quien fue llevado de urgencia a un hospital de Nueva Italia.
Finalmente, a las 21 horas, se suscitó otro ataque contra la PF en el municipio de Salvador Escalante. Los primeros informes indican que una patrulla de la PF fue interceptada por sicarios que circulaban en una camioneta. Hasta el cierre de esta edición no se había reportado el número de víctimas en esta agresión.