Felipe toma todo
Se apropia del BdeM
Infla a Cordero
Explora Sinaloa con Félix
e un golpe, Calderón se ha quedado con todo: se deshizo del incómodo Guillermo Ortiz, que no sólo le cae mal en lo personal sino que significaba una cuña del priísmo redivivo, y allí mandó a un personaje que más bien debería pasar al paredón técnico e histórico por sus patrañas hacendarias que transitaron del catarrito ínfimo a la pulmonía en proceso de empeorar que vive hoy la economía nacional (formalmente falta cierto regateo en el Senado o la Permanente, pero nadie se atreverá a responsabilizarse de un tropiezo en esa área delicada; incluso la tardanza
en enviar la propuesta fue intencional, para que no la analizara
el pleno sino la Permanente, más manejable. ¡Gracias, como siempre, amigo Navarrete!). Luego, colocó en lugar del virtual nuevo gobernador del Banco de México a otro de los miembros del circulito íntimo, a un grisáceo personaje que como secretario de Desarrollo Social tuvo el mérito de ser corresponsable de la producción de más pobres en México y que ahora, por directriz futurista de su jefe y amigo, Felipe Calderón, pasa a ser secretario de Hacienda con presuntas aspiraciones presidenciales oficialistas (¿Cordero de dios pinolero que borra los pecados de Carstens?) Y, en esa Sedeso, se ha colocado a un empresario panista casado con una hija de Manuel J. Clouthier, con lo que se pretende influir en los próximos comicios del estratégico Sinaloa y con lo que se mantienen los recursos públicos en el expediente de los apoyos electorales rumbo a 2012 (si no es que el priísmo logra quitar ese control y pasarlo a los gobernadores). ¡Carro completo!
Ni recato ni pudor: el Banco de México, presuntamente autónomo, garante de estabilidades y paridades, ha sido convertido en una secretaría más del gabinete felipista, con una línea de mando expresa y confesa. Con el priísta Ortiz, hasta ahora cuando menos se habían dado ciertas diferencias en cuanto a enfoques y cifras, lo que más de una vez colocó al borde de la ruptura las relaciones entre el gobernador saliente y el encargado de Los Pinos. Con Carstens, a Calderón le bastará dictar órdenes para que el obediente Agustín las cumpla y las justifique
técnicamente. Calderón ya ha dado tragicómicas muestras de considerarse capaz de dirigir el Banco de México, pues en su primer trienio fallido opinó en varias ocasiones sobre esos temas y forcejeó acerca de pronósticos, cálculos o predicciones. A partir de ahora, y cuando menos a lo largo del siguiente trienio, el de la trágica revancha resentida, las políticas del Banco de México se tomarán a partir de las indicaciones políticas, electorales o personalísimas de Calderón. Para entender la conducta de Carstens, su condición inocultable de subordinado, basta recordar lo que dijo a reporteros hace unos días: Yo estoy para ayudarle al señor Presidente y si quiere que me vaya al Banco de México lo haré
. No será, pues, un gobernador, sino un ayudante; y no habrá autonomía, sino grupismo.
Respecto de la secretaría de Hacienda, que siempre ha tenido un cierto bono de derecho a la discrepancia con las resoluciones presidenciales, sobre todo las de caracter marcadamente político o electoral, ahora es ostentosamente colocada bajo el mando caprichoso de Los Pinos, pues el personaje que estará a cargo de la secretaría no tiene el historial, la fama profesional, la experiencia internacional ni las relaciones equilibradas que otros secretarios de hacienda. La política económica se volverá a manejar desde Los Pinos, como decretó en el clímax de su autoritarismo Luis Echeverría al zanjar divergencias que tenía con el secretario Hugo B. Margáin.
El punto de Sedeso está en un segundo nivel de importancia pero con los mismos ingredientes del autoritarismo desbordado del segundo trienio fallido: Heriberto Félix Guerra está casado con una hija del difunto Manuel J. Clouthier (Lorena) y fue candidato derrotado del blanquiazul a gobernador de Sinaloa, contra el priista Jesús Aguilar Padilla. Luego fue senador, pero no de mayoría, y más tarde fue trasladado a una subsecretaría federal de economía. Su nombramiento en Sedeso puede ser una forma de fortalecerlo como una opción panista para los difíciles comicios de noviembre del año venidero. Por lo pronto, su designación mete ruido en el pleito que por la candidatura priísta libran el actual mandatario, Aguilar Padilla, y el antecesor, Juan S. Millán, con quien Félix Guerra fue secretario de desarrollo económico. Aguilar apoya a Jesús Vizcarra y Millán al senador Mario López Valdez (Malova), y amenazan con darse con todo en aquel polvorín que los políticos administran pero los narcos gobiernan. A ese pleito y previsible ruptura priístas apuesta el panismo federalmente gobernante. Si Aguilar impone a Vizcarra como presunto heredero designado, la supuesta escisión priísta sería captada por el antiguo secretario del gabinete de Millán, el fortalecido secretario Félix Guerra. Sonora la ganó el PAN, teniéndola perdida, por un incidente dramático en una guardería; Sinaloa podría ser ganada por el PAN a partir de un pleito entre dinosaurios priístas. ¿Y las políticas de desarrollo social, y el esfuerzo sostenido por los pobres que cada vez son más? Eso, en el pragmatismo electoral, es lo de menos.
Astillas
En la misma lógica guerrera que aplica Calderón habría de ordenar que las fuerzas bélicas a su mando no pongan en riesgo a personas inocentes al hospedarse en hoteles civiles
... El inodoro water loo de Guanito: las actas de nacimiento. Ponfilio, de nombre, y falsamente emparentado con el general Felipe Ángeles. En una de esas acaba apellidándose Polevnsky... Por sí mismo o por petición de la Casa Blanda (un edificio flexibilizable a conveniencia, con sede en Washington), México hospedará transitoriamente al hondureño Manuel Zelaya... Y, mientras siguen los chistes de peso pesado en el tema del Banco de México, ¡hasta mañana, en esta columna que en Twitter leyó a @canyume augurar que pronto usaremos catarrólares y gripesos
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