Washington, 9 de diciembre. El programa de rescate del gobierno de Estados Unidos de 700 mil millones de dólares no ha logrado impulsar los préstamos ni evitar millones de ejecuciones hipotecarias, dijo un organismo regulador, aunque ayudó a estabilizar el sistema financiero. En tanto, el gobierno intenta extender la vigencia del fondo de rescate financiero de 700 mil millones de dólares hasta octubre próximo, según funcionarios familiarizados con el asunto. El fondo, que ha asistido a bancos, automotrices y a la aseguradora AIG, no logró resolver problemas claves como los activos tóxicos que presionan los balances de los bancos, una fuerte contracción del crédito y los riesgos morales asociados a los rescates, indicó el Panel Parlamentario de Supervisión sobre el Programa.

En tanto, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, solicitó formalmente este miércoles al Congreso la prolongación hasta octubre de 2010 del plan de 700 mil millones de dólares para estabilizar el sistema financiero, aunque prometió no usar más de 550 mil millones de dólares del mismo.

Geithner expresó en una carta a líderes del Congreso que aunque la situación económica se estabiliza, es prudente continuar el programa conocido como Troubled Asset Relief Program (TARP) hasta el 3 de octubre de 2010, para asistir a las familias y estabilizar a los mercados financieros.

A su vez, el presidente estadunidense, Barack Obama, dijo este miércoles que destinará casi 600 millones de dólares del plan de estímulo económico de 787 mil millones de dólares, para ayudar a crear empleo en 85 centros comunitarios de atención de salud. Obama enfrenta una intensa presión para bajar la tasa de desempleo, que en noviembre se ubicó en 10 por ciento.

Los republicanos dicen que el programa de estímulo aprobado en febrero por el Congreso, controlado por los demócratas, ha tenido poco impacto en la economía, pero el oficialismo afirma que ayudó a sacar al país del riesgo de una recesión aún más profunda.

Respecto al punto de los problemas el reporte señala que en consecuencia, Estados Unidos sigue afrontando la perspectiva de bancos demasiado grande para caer y demasiado débiles para ocupar su rol adecuadamente en la conservación del flujo crediticio en toda la economía. La crisis de ejecuciones hipotecarias sigue creciendo.

El informe concluyó que la estabilidad que los mercados han disfrutado este año no se debió únicamente al TARP, sino a una combinación extraordinaria de ayudas gubernamentales, incluyendo garantías de activos de la Agencia Federal de Seguros de Depósitos y la Reserva Federal.