La dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, se negó anoche a votar en favor del dictamen de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados que justifica la postura de la Iglesia católica de que Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón murieron reconciliados y, por tanto, no es necesario que se les levante la excomunión.

Al PRI se le imputan votaciones vinculadas a los poderes espirituales, que rechazo totalmente, argumentó la legisladora en el debate del dictamen que rechazaba la petición de diputados del tricolor y del PRD de exhortar a las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores para que intervinieran ante el Estado Vaticano para reivindicar a los héroes de la Independencia.

Con esa postura, Paredes frenó la votación y el documento no se avaló. Se trata –dijo la priísta– de un dictamen que no me parece indispensable. Luego de las críticas al PRI por avalar en los congresos estatales la penalización del aborto, Paredes Rangel resaltó: “Si no, lo que va a suceder es que la nota será: ‘Encubriendo a la Iglesia, quienes están a su servicio hasta negaron la historia de México y dijeron que no existe la excomunión’” de Hidalgo y Morelos, afirmó.

En la discusión del contenido del proyecto, y a la pregunta de Paredes sobre a qué historiadores se consultó, el presidente de la comisión, Javier Corral Jurado (PAN), reconoció que el contenido del texto se basó en una consulta hecha por la Secretaría de Gobernación con las autoridades eclesiásticas, que mantienen el registro de las excomuniones a los insurgentes. La fuente principal es la Iglesia católica, admitió.

En ese punto, Paredes pidió posponer la votación del dictamen, pues la propuesta de exhorto a Gobernación y a la cancillería la firmaron, además de los perredistas José Alfonso Suárez del Real, Claudia Cruz Santiago y David Sánchez Camacho, la priísta Beatriz Pagés Llergo Rebollar.

Le pido permita al PRI no expresar su voto. No quisiera que se manipulara en términos de la opinión pública, señaló.

El proyecto de dictamen refiere que uno de los documentos que analizó la comisión especial de apoyo a los festejos del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución fue el dictamen del 12 de julio de 1953 encargado por el arzobispo de México, Luis María Martínez Rodríguez, para examinar las excomuniones.

De acuerdo con ese documento, Hidalgo ciertamente incurrió en excomunión por ordenar la prisión a sacerdotes y el degüello de dos de éstos.

Sin embargo, la propuesta elaborada por la Comisión de Gobernación afirma: la excomunión de la Inquisición no pesó sobre Miguel Hidalgo, en virtud de que no hubo sentencia de ésta contra el cura de Dolores y acepta la versión del estudio encargado por Martínez Rodríguez, en el sentido de que el insurgente no incurrió en excomunión por haber iniciado la Independencia y que habiendo muerto confesado y absuelto, con la muerte cristiana cesaron todos los efectos de la excomunión.