El texto que circula en Censida no identifica grupos de mayor riesgo
Miércoles 9 de diciembre de 2009, p. 43
Desde junio de 2008, la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) concluyó el trámite de recepción de comentarios y análisis del proyecto de actualización de la norma oficial mexicana (NOM) 010 para la prevención y control del VIH/sida. Sólo faltaba que el área jurídica de la Secretaría de Salud (Ssa) terminara de revisarla y la enviara para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Sin embargo, en el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida) ha empezado a circular un nuevo proyecto de NOM en el que se eliminan aspectos fundamentales en la lucha contra la epidemia, como la identificación clara de los grupos de mayor riesgo: transexuales, transgénero, homosexual y bisexual.
La inclusión de estos conceptos fue de las principales modificaciones que los expertos realizaron a la NOM vigente desde 2000, con la cual se buscaba contribuir a la erradicación del estigma y discriminación que todavía existe en clínicas y hospitales contra estos sectores de la población.
De hecho, titular de la Ssa, José Ángel Córdova, ha reconocido la importancia de visibilizar la epidemia en los sectores más vulnerables, específicamente los homosexuales, transexuales y transgénero. Durante la ceremonia del Día Mundial de Lucha contra el Sida –el pasado 1º de diciembre– subrayó sobre la necesidad de interrumpir la transmisión del virus en forma decidida entre las poblaciones más afectadas
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Mencionó en específico a los hombres que tienen sexo con hombres, en beneficio de sí mismos y de sus parejas, hombres y mujeres, en los usuarios y las usuarias de drogas inyectables y sus parejas e hijos, y en trabajadoras y trabajadores sexuales
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Integrantes de organizaciones civiles advirtieron sobre la posibilidad de que en la sesión de hoy del Consejo Nacional para la Prevención y Control del Sida (Conasida) se pretenda obtener la aprobación del nuevo documento, lo que sería ilegal, señaló Luis Adrián Quiroz, integrante del Comité Técnico de Observación Ciudadana en Sida (Mexsida).
También mencionó la irregularidad administrativa en que se encuentra el Conasida –órgano rector en la materia–, pues aunque mediante convocatoria se eligió a tres de los vocales representantes de la sociedad civil, no acudirán a la sesión de hoy porque renunciaron. En su lugar asistirán los ocho nuevos integrantes del organismo, los cuales fueron designados por las agrupaciones en la asamblea comunitaria efectuada a finales de julio.
El problema es que a pregunta expresa, la Secretaría de la Función Pública reconoce únicamente la legitimidad de los tres vocales electos mediante convocatoria emitida en febrero pasado, y ratificados en julio por el Conasida. Estos son: David Alberto Murillo, de Amigos contra el Sida; Axela Romero, de Salud Integral para la Mujer (Sipam), y Vicente Díaz, de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam).
En la revisión del proyecto de NOM, la Cofemer cuestionó sobre los mecanismos para verificar el cumplimiento de las obligaciones contenidas en el ordenamiento, entre otras que la prevención y promoción de la salud se realicen con base en el respeto a la dignidad, los derechos humanos y no en prejuicios, creencias morales o religiosas.