Ante el ya largo bache por el que atraviesa México, y en el contexto del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, convocó a las organizaciones de profesionales, investigadores y científicos a realizar una profunda reflexión sobre los problemas del país y encontrar el camino para salir adelante.

El rector de la UNAM habló así al encabezar la entrega de los Premios Nacionales de Ingeniería y de Arquitectura 2007-2008, que promueve la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México (AIAM), encabezada por Manuel Barclay Galindo, y que se realizó la noche del viernes en el Palacio de Minería.

Se trata, dijo Narro, de hacer una profunda revisión de dónde estamos, una sincera e informada evaluación de qué pasa con nuestro país, con nuestros problemas, que hagamos un análisis veraz, objetivo, desinteresado y sin ideologías de cuál debería ser el camino para salir adelante de este ya largo bache por el que atraviesa nuestro México. La convocatoria está abierta.

El titular de la máxima casa de estudios comentó: Qué mejor que celebrar más allá del festejo y de las luces, qué mejor manera de celebrar el bicentenario y el centenario que con una reflexión. Lo que nos toca hacer es emprender ese análisis, esa discusión y ese debate.

Con la presencia de directivos de la AIAM y de los titulares de la Universidad de Chapingo y del Instituto Politécnico Nacional, además del empresario Carlos Slim y de los cuatro premiados, el rector dijo: Ni el silencio ni la negación resuelven los problemas. El análisis, el juicio razonado, la información veraz y el argumento contundente nos ayudan a plantear soluciones.

Destacó que es mucho lo que podemos hacer, mucho lo que nuestra nación requiere y sin duda es mucho lo que podemos hacer los profesionales por nuestro país.

La intervención de Narro había coronado las participaciones previas de los cuatro premiados: Javier Jiménez Espriú, Luis Martínez Villicaña, Antonio Attolini Lack y Enrique Cervantes Sánchez, quienes hicieron un diagnóstico sobre la grave situación del país en varios rubros, así como una crítica de las políticas tomadas en los pasados sexenios.

Recordaron que la AIAM se fundó en 1868, una de las épocas más difíciles por las que pasado y ha salido el país, y coincidieron en que los tiempos actuales son como los del presidente Benito Juárez: de reformas, pues se debe reformar el Estado, rescatar la soberanía de la nación, conquistar las libertades democráticas y generar un proyecto de nación.

Mientras Martínez Villicaña habló del derrumbe en el campo al dejarlo en manos de las fuerzas del mercado, y de la consecuente pobreza, migración y crisis alimentaria, Jiménez Espriú, en medio de aplausos, criticó la ignorancia, corrupción y falta de proyecto de nación de la clase política en el poder.

Tras llamar a utilizar las armas de la ética, el conocimiento, la ciencia, la educación y la cultura, Jiménez Espriú consideró que, de modo lamentable, los retos en vísperas de 2010 siguen siendo los retos de 1810 y los de 1910.

Como adelanto de lo que poco después haría el rector Narro, Jiménez Espriú también llamó a promover una profunda reflexión nacional sobre el destino de México.