La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) desmanteló una red de trata de personas en la modalidad de explotación laboral y sexual que operaba en la delegación Iztapalapa. Durante el operativo rescató a 107 personas, entre ellas 13 menores de edad, de 12 estados de la República y la ciudad, la mayoría indígenas e indigentes, quienes eran levantados en la Central de Abasto y obligados a realizar labores de maquila en condiciones de esclavitud e insalubridad, sin ningún tipo de remuneración, además de presentar altos grados de desnutrición e infecciones en la piel.

Luego de la denuncia de una de las víctimas, la Fuerza Antisecuestros de la PGJDF realizó un operativo en una casa de tres niveles, ubicada en el número 157 de avenida Cuauhtémoc, colonia Jardines de San Lorenzo, con la razón social Instituto de Rehabilitación de Alcohol y Drogadicción Hospital Santo Tomás, Los Elegidos de Dios, el cual opera desde hace ocho años y donde las víctimas vivían en condiciones infrahumanas, hacinadas y de maltrato físico y sicológico. En el lugar fueron detenidas 23 personas, entre ellas José Antonio Villa Ramos, administrador y presunto líder de la banda.

El afectado, identificado como Raúl, relató en su denuncia que el pasado 2 de septiembre, aproximadamente a las 22:30 horas, se encontraba laborando en la Central de Abasto descargando y contando elotes, cuando unos policías que venían en dos patrullas le dijeron que era un drogadicto y un borracho, un perro de la calle, y lo obligaron a subir a una combi vieja de color rojo, en cuyo interior había cuatro hombres.

El vehículo, agrega en su declaración, hizo un recorrido por las inmediaciones del citado mercado, durante el cual subieron a otras 13 personas más, de las cuales sólo siete iban ebrios, para llevarlos al Hospital Santo Tomás, Los Elegidos de Dios.

Al día siguiente los pusieron a trabajar en la realización de bolsas de cartón para un centro comercial y bolsas nuevas con resistol, así como pinzas de tender ropa; además de que dos de los padrinos abusaban sexualmente de los menores de edad que había en el lugar.

Según el testimonio de la víctima, durante su estancia en ese lugar había como 300 personas, la mayoría trabajadores de la Central de Abasto, además de que varios hablaban mixteco, zapoteco y mazateco, y sólo les daban de comer una vez al día pollo y verduras echadas a perder.

Raúl relató que había mucha gente flaca por no comer y muy amarilla, además de que los castigaban cuando hablaban entre ellos, dejándolos de pie hasta tres días sin permitirles ir al baño. Agregó que durante todo el día eran vigilados y las cinco puertas de la casa estaban cerradas con candados. Además de que dormían hacinados en una habitación con rejas y cadenas.

A uno de los compañeros de Raúl se le permitió abandonar el lugar, por lo que le pidió que avisara a sus familiares dónde estaba. Luego de rescatarlo, sus parientes lo acompañaron a las instalaciones de la PGJDF donde habían interpuesto una denuncia por su desaparición.

Las 107 víctimas son hombres de entre 14 y 70 años de edad, aunque entre las las víctimas hay uno de 81 años; muchos de ellos provenientes de los estados de México, Veracruz, Oaxaca, Puebla, Michoacán, Chiapas, Guerrero, Guanajuato, Querétaro, Tlaxcala, Chihuahua y Nuevo León, informó el titular de la dependencia, Miguel Ángel Mancera.

Entre las personas rescatadas cuatro de ellas presentaban fracturas en costillas, muñeca y el talón, otro más está enfermo de diabetes, por lo que fueron canalizados al hospital La Villa para su atención. Además de dos personas infectadas con el virus del VIH-sida, y otros más con enfermedades cutáneas infectocontagiosas.

Las autoridades solicitarán el arraigo de los detenidos para ahondar en la investigación, pues se presume que hay más involucrados.