Guadalajara, Jal., 2 de diciembre. En medio del debate sobre el futuro del libro, el editor Jorge Herralde, fundador del sello Anagrama, estimó que seguirá estando en el papel durante décadas y con una pequeña cuota de libros electrónicos. Aunque esta afirmación tajante tiene una validez de 24 horas en un mundo tan acelerado.

Quizás el libro electrónico pueda ser útil en otros ámbitos, “pero no me imagino a mí mismo leyendo a Paul Auster así; me parecería algo más bien estúpido. Pero el e-book es un fenómeno que está aquí, quizá muy magnificado por los medios de comunicación porque es una especie de caramelo mediático, y es inevitable que se pregunte sobre el libro electrónico cuando en la realidad mercantil su presencia es escasísima: en un informe de Estados Unidos sobre ventas del libro electrónico era sólo 0.6 por ciento del volumen total del mercado editorial”, manifestó Herralde.

Asimismo, Anagrama trabaja con un grupo de editoriales en la creación de una plataforma del libro electrónico que pondrá a la venta los primeros títulos de sus catálogos en los meses iniciales de 2010, como una alternativa frente al proceso de digitalización de Google.

Los libros digitalizados en esa plataforma, que será una alternativa al proyecto de Google, se venderán en librerías y no a particulares, para no perjudicar el canal librero, tan indispensable. Para esta plataforma vamos a formar una sociedad y, lógicamente, los primeros títulos de Anagrama serán los de los mejores autores o los más conocidos, como Paul Auster, Ian McEwan, Roberto Bolaño o Ryszard Kapuscinski.

Respecto del futuro de las librerías y su posible desaparición por la presencia de los libros electrónicos, Herralde –quien la semana pasada recibió en la ciudad de México la medalla Sor Juana Inés de la Cruz– señaló que las librerías seguirían contando con libros en formato de papel y un pequeño espacio para los textos electrónicos.

Repunte desde hace un mes

Por otra parte, Anagrama –sello que cumple 40 años y conserva su carácter independiente– continúa sus planes editoriales de publicar 75 novedades, 35 ediciones de bolsillo y más de 200 reimpresiones de su catálogo.

“Este año ha sido bastante duro económicamente. La crisis del libro llegó más tarde que a otros sectores, pues se dio a partir de abril o mayo, y llegó pero de forma amortiguada.

“No ha sido un año fácil, ha habido muchas devoluciones de libros, pero desde hace un mes parece que esto va repuntando.

Para Anagrama ha sido un año inferior a otros, pero no dramático. Hemos sufrido algo, pero seguimos con nuestro proyecto. Así que no soy nada pesimista, remató el editor Jorge Herralde.