Los murales Muerte al invasor, de David Alfaro Siqueiros, y de México a Chile, de Xavier Guerrero, ubicados en la sureña ciudad chilena de Chillán, fueron develados ayer, luego de ser restaurados por expertos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

En la ceremonia, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Mariano Fernández, manifestó su intención de que la escuela México, donde se encuentran las obras, se convierta en un museo dedicado al muralismo y sus figuras intelectuales y artísticas, sin que el colegio se translade a otro sitio. Para ello, informó que realizó las averiguaciones necesarias para la construcción de un edificio aledaño que albergue las instalaciones educativas.

Agregó que el inmueble de la escuela es de tal significación que hay que relevarlo: que pase a ser un centro nacional del patrimonio de este país, enfatizó.

A la reapertura acudieron el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar; Teresa Vicencio, directora del INBA; el embajador de México en Chile, Mario Leal; su homólogo en territorio mexicano, Germán Guerrero, y el gerente de asuntos corporativos y comerciales de Celulosa Arauco, Charles Kimber, quienes participaron en el esfuerzo de rehabilitación de los murales.

Las obras de Siqueiros y Guerrero fueron pintadas entre 1940 y 1942, luego que la ciudad de Chillán fuera devastada por un terremoto en 1939. El entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas, en un gesto de apoyo a la reconstrucción de esa localidad, apoyó con la edificación de la Escuela México.

El mural Muerte al invasor quedó emplazado en la Biblioteca Pedro Aguirre Cerda, en el interior del plantel, y los frescos titulados De México y Chile, en el salón de la entrada, con una superficie total de 300 metros cuadrados.

A través del tiempo han tenido restauraciones parciales. En 1998, Mariano Fernández, entonces subsecretario de Relaciones Exteriores, se comprometió a impulsar la renovación total, dado el grave deterioro que presentaban. Ésta fue realizada por David Oviedo, Renato Paperetti y María Elena Acosta.