Viernes 20 de noviembre de 2009, p. 30
María del Rocío Mendoza, de 29 años de edad, vive con las secuelas que le dejó la explosión ocurrida en San Juan Ixhuatepec, estado de México, el 19 de noviembre de 1984. Además del daño físico, padece discriminación que le impide obtener empleo, capacitación y apoyos oficiales. Pemex no asumió los gastos por cirugías y tratamientos de rehabilitación a los que fue sometida durante 14 años. Rocío es una de las más de 200 personas que sufireron lesiones y, al igual que miles de colonos, teme una nueva conflagración porque el gobierno estatal y el municipal han permitido la instalación de empresas de alto riesgo en la zona