Sin ellas va en juego la vida misma, afirma el comandante Carmona
Es el cuerpo encargado de salvaguardar instalaciones aeroportuarias
Lunes 16 de noviembre de 2009, p. 37
Con más 50 años de existencia y hoy día requisito indispensable para que funcione el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el Cuerpo de Rescate y Extinción de Incendios (CREI) de la terminal aérea tiene como objetivo principal salvaguardar la vida de pasajeros, tripulación y de todas las personas que visitan el conjunto aeroportuario, en caso de accidentes o siniestros.
Pero también se le ve en el desazolve de pistas y calles de rodaje del aeropuerto, e incluso de avenidas aledañas como en las inundaciones recientes, así como en el control y exterminio de abejas cuyos panales se forman, con frecuencia, en las instalaciones de la terminal aérea.
Con calificación de nueve, en una escala de 12, la presencia del CREI es fundamental para la operación del aeropuerto capitalino, el más importante de América Latina, pues anualmente transporta a 26.2 millones de pasajeros y tiene casi 366 mil operaciones. De hecho, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), encargada de promover los reglamentos y normas únicos en la aeronáutica mundial, indica que ningún aeropuerto puede operar si no cuenta con cuerpos de emergencia y rescate especializados.
En sus manuales de procedimiento, el CREI mantiene comunicación permanente con la torre de control, que reporta diariamente sus actividades a la comandancia del aeropuerto capitalino, además de su estrecha relación con la Dirección General de Aeronáutica Civil, el Servicio a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano y el Centro de Control Operativo, con el fin de coadyuvar de manera coordinada en la atención de siniestros en tierra.
Para el comandante Roberto Carmona Melo, con 22 años de servicio, la capacitación y preparación física del personal del CREI es permanente, pues en ello va en juego la vida misma. Sin embargo, lamenta que en muchas ocasiones los usuarios del aeropuerto, y en muchas otras el mismo personal que labora diariamente en la terminal aérea, desconoce la existencia del CREI, integrado por 53 elementos, que en jornadas de 24 por 48 horas están los 365 días del año, las 24 horas del día.
La estación, ubicada estratégicamente a mitad de las pistas del aeropuerto capitalino, cuenta con un centro de comunicación, vital para su funcionamiento, con dos elementos permanentes de guardia. Además tiene salones para capacitación, comedor, gimnasio y dormitorios.
En una urgencia, los elementos cuentan con apenas 28 segundos para vestir un uniforme, el cual, con su unidad de oxígeno personal pesa 32 kilogramos, mientras que el transporte del centro de rescate tiene apenas dos minutos para llegar al lugar del siniestro.
Aunque cuenta con equipo suficiente, por arriba del que fija la OACI para un aeropuerto y cuerpo de rescate catalogado como categoría nueve –otorgado por el tamaño de las aeronaves que pueden llegar a la terminal–, la joya del equipamiento es un camión contra incendios marca Oshkosh modelo 2009, de reciente adquisición y del cual sólo hay cinco en América Latina. La unidad Striker 3000, de nueva generación, cuenta con un brazo mecánico de ocho metros de largo, en cuya punta tiene una lanzeta capaz de penetrar el fuselaje de un avión, y una vez adentro esparcir agua y químicos para sofocar un incendio. El costo: 1.2 millones de dólares.
El presupuesto en equipo contrasta con las percepciones de los elementos, quienes con frecuencia deben cubrir horas extraordinarias para aumentar sus percepciones. Pero más allá de los ingresos está el servicio, según expresaron en entrevista los bomberos Julio César Villarroel, César Castellanos y David Romero, con 18, 10 y tres años de servicio, respectivamente.
Las estadísticas de la aeronáutica civil señalan que los accidentes aéreos se presentan principalmente en el aterrizaje o despegue, y muy rara vez en el vuelo. Por ello, el comandante Carmona señala que aunque las operaciones en el AICM son seguras, diariamente se realizan casi 900 de ellas, los elementos del CREI siempre están alertas.
De ahí que la capacitación sea permanente, incluso con adiestramiento de personal en el extranjero. En ello va la vida de los bomberos y también de las personas involucradas en un accidente, señaló Carmona.