El director Miguel Salmon del Real funda el Ensamble Nuevo de México
El país tiene el mayor número de compositores vivos per cápita
Servir como herramienta de experimentación y difusión de la creación contemporánea, el propósito de la agrupación
Debutará hoy con seis estrenos mundiales de autores nacionales
Domingo 15 de noviembre de 2009, p. 2
Servir como laboratorio de experimentación y herramienta de difusión para los jóvenes compositores de nuestro país es la encomienda con la que nace el Ensamble Nuevo de México, que este domingo (a las 18 horas) hará su debut formal con un concierto en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario.
A este acontecimiento histórico, se suma otro igual de importante, que tiene que ver con el programa que será interpretado por la agrupación, el cual está integrado por ocho estrenos, seis de ellos mundiales y dos nacionales, de obras escritas por sendos compositores nacionales, todos ellos menores de 40 años.
La mayoría de esas partituras fueron escritas ex profeso, y entre los estrenos mundiales se encuentran Minuere, de Alejandra Odgers; Miniatura, de Carlos Gomez Matus; Reconnaissances-Recortaissances, de Felipe Waller, y Quinteto motívico, de Jorge Medina.
De igual manera, en ese rubro deben incluirse Tres impulsos, de Leonardo Coral, y Genghis, de Carlos Sanchez-Gutierrez; mientras Cinco Bagatellas, de Armando Luna, y S.O.S, de Enrico Chapela, son las obras de estreno nacional.
Fundada por el director musical, compositor y musicólogo Miguel Salmon del Real, el Ensamble Nuevo de Mexico tiene como punto de partida y referencia el modelo del Nederlandse Nieuwe Muziek Groep, agrupación creada por ese mismo músico en los Países Bajos, especializada en repertorio contemporáneo.
El origen de este proyecto tiene que ver con que México es hoy día uno de los países con mayor número de compositores vivos per cápita
, sostiene en entrevista Salmon del Real, quien se desempeña asimismo como director artístico del naciente ensamble.
Según estadísticas y los pocos estudios que se han hecho al respecto, existen alrededor de 200 compositores mexicanos en este momento; directores e intérpretes tenemos la responsabilidad de fungir como organizadores y sistematizadores de la conciencia musical nacional, mediante el rescate, la difusión y la promoción de las partituras de esos creadores.
Mina de oro
En opinión del joven artista, tal auge en el ámbito de la creación musical coloca a México en el umbral de convertirse, en un plazo no mayor de una década, en una potencia mundial en el terreno de la música de concierto.
Nunca como ahora en nuestra historia habíamos tenido una generación tan numerosa y talentosa de creadores musicales. Es una generación de jóvenes con talento y recursos amplios, comparable con una mina de oro; pero lo vemos tan normal, que no lo apreciamos
, abunda.
Lo que quiero recalcar es que esta nueva generación que no conocemos, cuya edad promedio es de 30 años, promete convertir a México en una potencia musical a más tardar en una década.
Para Salmon del Real, en términos de cantidad y calidad el ámbito de la composición en México puede equipararse ya con lo que ocurre en el del canto, que a la fecha tiene colocado a varios intérpretes de renombre a escala mundial.
¿Por qué pasa esto? Es una pregunta abierta. Quizá se deba a ese ingenio natural del mexicano en contacto con la información del siglo XXI y la educación musical tardía; son ingredientes que forman un fenómeno sociocultural y artístico
, indica el director.
“Cualquier país que tenga cinco exponentes relevantes en una área ya es considerado en el mundo una potencia. Recordemos el Boom latinoamericano, en literatura. ¿Qué faltará para que eso ocurra con la música de concierto de México, en el rubro de la creación?
Debemos advertir que los países latinoamericanos conforman figuras individuales y se carece de la mentalidad de grupo de las culturas anglosajonas. No es casualidad, entonces, ¿por qué en México hay ahora tantos creadores musicales de alto nivel?
Salmon del Real subraya la necesidad de apoyar y abrir más espacios para la música contemporánea, tanto en el ámbito de la creación como en el de la interpretación, pues se trata de una vertiente en la que tenemos una mina de oro, con el oro, pero en la que aún hacen falta las palas, para poder explotarla
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