América dominó el partido por lapsos y con tanto de Daniel Rolfi Montenegro logró vencer 1-0 al Monterrey, para obtener su pase a la liguilla, luego de dos años de ausencia en las finales.

Las Águilas subieron a la segunda posición del grupo dos, con 29 puntos, mismos que tenía Rayados, que bajó a la tercera casilla en el mismo sector por diferencia de goles.

Inicio dinámico, con velocidad y conjunción, tuvo el juego de ayer en el estadio Azteca, con un ligero dominio de los de casa en los primeros momentos, que para el minuto 9 tuvieron una llegada comandada por Enrique Esqueda, quien centró, el paraguayo Salvador Cabañas dejó pasar y el chileno Jean Beausejour, al no poder acomodarse, desperdició una buena opción, que se repitió segundos después en circunstancias similares, aunque el portero del Monterrey, Jonathan Orozco, enfrió las acciones del ya calentito encuentro.

La insistencia del América fue premiada cuando el capitán Pável Pardo habilitó con exactitud al argentino Daniel Montenegro, quien debido a un error defensivo tuvo tiempo de agacharse para impactar el balón con la cabeza y horadar el marco regiomontano al segundo poste, al minuto 16.

Rayados estuvo a punto de sorprender con un remate de cabeza del argentino José Basanta que dio en el travesaño, cuando el portero americanista Guillermo Ochoa nada hubiera podido hacer para evitar la caída de su meta.

La velocidad mostrada en los momentos iniciales empezó a perderse luego del minuto 30, cuando el ir y venir fue más lento hasta detenerse por completo, no porque el colombiano Aquivaldo Mosquera se hubiera quedado tendido sobre el césped, lesionado, sin poder dar un paso más, sino por la revuelta provocada entre varios jugadores, que estuvo a punto de salirse de control al silbante Germán Arredondo.

Instantes antes de terminar la primera mitad, Cabañas condujo a velocidad, se llevó a la defensa regiomontana, filtró a Beausejour, quien ingresaba por izquierda al área, dejó correr el balón y casi al llegar a la línea de fondo disparó para sacudir las redes, pero por fuera.

Para el tiempo complementario, los anfitriones buscaron desequilibrar desde el comienzo, pero los visitantes empezaron a presionar y al minuto 53 de nuevo se acercaron a la anotación, cuando Guillermo Ochoa salió en falso, pero para su fortuna el remate fue totalmente inofensivo y salió desviado.

En parte se recuperó la dinámica inicial, pero lo que no llegó fue la puntería, por lo que las llegadas que se armaron no tuvieron la fortuna de modificar el marcador, además de las destacadas actuaciones de ambos porteros, quienes detuvieron remates de media distancia y diluyeron el peligro tras cobros de tiros de esquina.

Los aficionados no dejaban de animar a sus cuadros, con gritos, tambores, agitando banderas y con cánticos de guerra, pero los equipos jugaban como si el estadio estuviera vacío, porque parecía que no había poder que los metiera de nuevo en el futbol de peligro.

En el minuto 67, Rayados probó suerte con otro disparo de media distancia, desde fuera del área, pero Walter Ayoví dirigió el obús sobre la humanidad de Ochoa, quien –no sin problemas– alcanzó a desviar; enseguida, América inició el contragolpe en los pies de Cabañas, quien cedió a Montenegro ya en el área grande de Orozco, pero sin un final de anotación.

Sin embargo, los regiomontanos luchaban en busca del empate hasta lograr una de las mejores aproximaciones, al momento en que Abraham Carreño controló con el pecho y ante la inminente llegada de la zaga americanista disparó con fuerza desde la izquierda, una vez vencido Ochoa, pero el esférico se estrelló en el poste contrario.

Con el ingreso de Ángel Reyna, América parecía oxigenarse y, reanimado, tuvo dos opciones que dieron en el poste; en la primera, Juan Carlos Valenzuela fusiló a Orozco, sin aniquilarlo, y segundos después Beausejour insistió con el mismo desenlace.

El cotejo terminó entre oles y emociones, cuando América tuvo todavía un par de arremetidas que se atoraron en el área, en una serie de rebotes del esférico entre los zagueros visitantes y delanteros anfitriones, pero que ya no cambiaron la historia, escrita desde el minuto 16.

Chucho, por corregir altibajos

Para el técnico del América, Jesús Ramírez, el equipo deberá corregir los descuidos que le provocaron tener altibajos en la victoria ante el Monterrey, de tal forma que una vez superada la situación tendrá un conjunto con grandes posibilidades de ceñirse la corona.

Nosotros sólo podemos pensar en ganar el título y ahora con la tranquilidad de la clasificación tendremos el tiempo necesario para trabajar con calma, en busca de lograr el segundo gran objetivo de la temporada, que es coronarse.

Víctor Manuel Vucetich, estratega de los regiomontanos, consideró que la derrota se debió a que regalamos los primero 15 o 20 minutos del primer tiempo, pero se queda convencido de tener un buen plantel.

Anticipó que una vez corregidas las fallas cometidas ante el América y aprovechar las oportunidades que se tengan, Rayados será un equipo muy peligroso en la liguilla, y no descartó obtener el título.