Sábado 7 de noviembre de 2009, p. 21
Asunción, 6 de noviembre. El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, quien denunció la presencia de bolsones golpistas
en el ejército, completó este viernes la purga de la cúpula militar al destituir al contralmirante Cíbar Benítez, máximo responsable de las fuerzas armadas.
Lugo destituyó al contralmirante 48 horas después de despedir a los comandantes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, en momentos en que arreciaban los rumores de planes golpistas.
El presidente barrió a la cúpula de la fuerzas armadas por cuarta vez en sus 15 meses de gobierno, para ubicar ahora en los principales cargos a incondicionales suyos.
El contralmirante Benítez había salido el jueves en defensa de sus camaradas defenestrados al señalar con firmeza que no hay ninguna persona dentro de las fuerzas armadas que tenga esas intenciones (golpistas)
.
El martes Lugo admitió la posible existencia de ciertos bolsones pequeños de militares que pueden ser usados por la clase política
opositora. Un comunicado oficial informó que Benítez será sustituido por el ex comandante del ejército, general Juan Óscar Velázquez, considerado hombre de plena confianza del jefe de Estado.
Óscar Velázquez, quien asumirá cuanto antes, es oriundo del pobre departamento de San Pedro, donde Lugo ejerció su ministerio como obispo católico durante 10 años.
El relevo de los principales jefes de las fuerzas armadas, sector que jugó un papel preponderante en la vida política de Paraguay en el último medio siglo, se produce en medio de un debilitamiento de las alianzas políticas que sostienen a Lugo, acosado a su vez por denuncias de la oposición.
La oposición sostiene que el mandatario carece de respuestas ante la violencia social y la inseguridad reinantes. Además, sostiene, ante los problemas administrativos que también son atribuidos a su gobierno.