El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rindió ayer un emotivo homenaje a Mariano Azuela Güitrón, 25 días antes de que termine su periodo constitucional como ministro.

En la historia del máximo tribunal, Azuela es uno de los que más han durado en el cargo, comentó el ministro presidente Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien añadió que en 185 años sólo cinco permanecieron en el puesto más de 26 años.

En la sesión solemne, cada uno de los 10 ministros habló sobre la partida de su compañero; en todos los tonos se hizo referencia a la trayectoria del juzgador, quien en 1960 –recién graduado de abogado– empezó a desempeñarse como secretario de estudio y cuenta de la SCJN, y después de una breve estancia en el Tribunal Fiscal de la Federación fue designado ministro de la Corte, en 1983.

En 1994, la reforma constitucional del Poder Judicial obligó al retiro a todos los integrantes del pleno; Azuela y Juan Díaz Romero integraron la comisión de transición y fueron los únicos que el Senado designó para un nuevo periodo como ministros.

Sergio Aguirre Anguiano abrió la ronda de despedida. Conmovido, el corpulento ministro comentó: este día se agolpan los recuerdos, se acentúan los sentimientos y las vivencias y los pulsos se aceleran. Refirió que un gran hombre de leyes y de justicia ocupa por última vez su sillón y toga.

El comentario que más llamó la atención fue el de Genaro Góngora Pimentel, de quien eran conocidas las diferencias con Azuelas, las cuales los distanciaron los últimos años. Empezó por reconocer su admiración al jurista, desde siempre, en la época en la que fui juez, magistrado y ahora ministro. Fue el único que dijo abiertamente que votó por él para que lo sucediera en la presidencia de la Corte, en 2003.

No dejó pasar el que Azuela haya pedido licencia a su cargo 25 días antes de que venza su periodo constitucional; por eso el homenaje se realizó ayer. Comentó que el próximo 30 de noviembre, “que es el mismo día que el transitorio constitucional se refiere a mi persona, será una mención histórica: ‘¡Ah!, sí, Góngora, el ministro que se jubiló el mismo día que don Mariano’”.

Por cierto, queda la duda de si Azuela estará presente cuando el pleno le rinda homenaje a Góngora, en fecha próxima.

Para Margarita Luna Ramos, uno de los rasgos importantes de la personalidad del ministro fue su religiosidad. Sus otros compañeros también hicieron uso de la palabra, pero quienes conmovieron hasta las lágrimas a Azuela fueron precisamente Aguirre y Luna.

En tanto, el homenajeado, quien fue presidente de la Corte de 2003 a 2007, comentó que siempre buscó cumplir la responsabilidad inculcada por su madre y por los hermanos maristas. Traté de cumplir con la voluntad de Dios, manifestada de múltiples maneras en el ejercicio de mis responsabilidades.

En una semblanza que se transmitió a la mitad de la sesión, Azuela comentó una anécdota de su padre, Mariano Azuela Rivera, quien también fue ministro y presidente de la Corte: el secretario de estudio y cuenta es para mí tan importante como las esposas; cuando una esposa es buena, uno ya vive tranquilo; su importancia también se ve a la inversa, porque si una esposa sale mala, pues entonces vive uno en la inseguridad, en la infelicidad.