Aunque señaló que el reclamo de justicia no está aún satisfecho del todo y a nadie nos deja tranquilo, el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, expresó que a su administración no le queda más que acatar las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la liberación de otros nueve acusados por la matanza de Acteal.

El mandatario local anunció que se hizo un compromiso de común acuerdo con los nueve indígenas que obtuvieron ayer su liberación inmediata para que no regresen al poblado de Acteal ni al municipio de Chenalhó.

Al cuestionarle si la SCJN ha hecho justicia con esta resolución, respondió: Que lo diga la sociedad, yo no puedo decir eso, yo tengo que acatar.

En el contexto de su participación en el ciclo de conferencias Pensando en la política, haciendo política, organizado por la Universidad Iberoamericana, señaló que el acuerdo con dichos indígenas es voluntario, no obligatorio y tiene que ver mucho con la cultura de los pueblos originarios donde no existen las penas de cárcel, son más bien expulsiones, lo que pedimos como una medida precautoria es que no vuelvan al lugar y el gobierno se encargará de reubicarlos en otro lugar.

Con relación a lo que se ha llamado ley Sabines –iniciativa por la que se prorroga por dos años la permanencia en el cargo de los diputados– dijo que él asume la paternidad de sus acciones, pero no de las que yo no haga, en referencia a que el responsable es el Congreso local.

Así, dijo que en breve presentará su proyecto en el que propone que haya elecciones para diputados el próximo año y se otorgue a mujeres 50 por ciento de las candidaturas, tanto de propietarios como de suplentes.

No entro en debate con la cámara; los consejos municipales es algo que está en la ley: cuando desaparece un ayuntamiento no puede quedar un vacío, son consejos municipales, la ley lo prevé.

En relación con la detención de integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata, dijo que sería muy grave que se quiera disfrazar a la delincuencia de lucha social. Y añadió que con las organizaciones sociales la relación es cordial, hay un pacto no de civilidad sino de productividad.