Auditorías a Los Intocables
En campaña: Peña Nieto pide 23 mil millones
Las víctimas de la crisis
al informó la Secretaría de Hacienda a Felipe Calderón respecto de los 400 y pico grandes grupos empresariales, propiedad de Los Intocables, acusándolos de que no pagan impuestos en una proporción justa? El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Armando Paredes, afirma que sí, se dicen víctimas de una intriga. Asegura que el cálculo de 1.7 por ciento lo hizo Hacienda sobre los ingresos de las empresas, pero eso no es lo que establece la ley, el gravamen debe aplicarse sobre las utilidades, exclusivamente. Agustín Carstens sostiene la posición contraria y maneja argumentos sólidos. Una sugerencia, antes de que se repita el estéril desencuentro que ya antes tuvo lugar entre empresarios y Hacienda, con motivo de los especuladores que sacaron dólares del país. ¿No sería conveniente que la Secretaría de Hacienda, con las facultades que le otorga la ley al SAT, hiciera una auditoría a fondo a Los Intocables, tanto a sus compañías como a sus declaraciones fiscales personales? Con un compromiso previo entre la autoridad y los hombres de negocios: dar a conocer a la opinión pública, no sólo a Calderón, el reporte que surgiera de dichas auditorías. Eso zanjaría la discusión y aclararía las dudas.
Una campaña costosa
Los pobres ya fueron olvidados y ahora surge con crudeza el manoteo por los 3 millones de millones de pesos del presupuesto 2010. El gobernador Peña Nieto hizo súbita aparición en la Cámara de Diputados –viaja en su propio helicóptero, faltaba más– para dar línea a los priístas respecto de la suma que necesita para continuar el año próximo su campaña electoral: 23 mil millones de pesos. Claro está, en esos términos no puede colarse en el documento, tendrá que disfrazarse bajo el rubro de obras públicas.
¿Se necesitan tantos?
Por estos días quedarán vacantes los asientos de dos de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia. ¿De veras hace falta llenarlas? La Corte de Estados Unidos sólo se compone de nueve justices y su población es tres veces mayor a la de México. La organización civil Sociedad en Movimiento me hizo llegar esta opinión que resulta oportuna: “Los ministros han descubierto la mina de oro que representa para sus familiares y amigos el Poder Judicial, si no habría que preguntarle a Guillermo Ortiz Mayagoitia, Margarita Beatriz Luna Ramos y Olga Sánchez Cordero, quienes han colocado a sus hermanos e hijos en cargos estratégicos en el aparato de justicia en México. Empezamos con Guillermo Ortiz Mayagoitia, quien orgullosamente tiene a su hijo como director general de informática, y a su hermana Guadalupe Margarita como secretaria ejecutiva, ambos en el Consejo de la Judicatura Federal. El primogénito se embolsa un millón 924 mil pesos al año, mientras que la segunda goza de un sueldo anual de 2 millones 261 mil pesos. Luego tenemos a Margarita Beatriz Luna Ramos, quien le dio una ayudadita a su hermano José Alejandro para ser magistrado en el tribunal electoral, con un sueldo anual de 4 millones 116 mil pesos. Finalmente está la ministra Olga Sánchez Cordero, quien para no estar lejos de su hija Paula María le consiguió un trabajito de secretaria de estudio y cuenta de la segunda sala de la SCJN, con el nada despreciable sueldo de un millón de pesos al año. Y como todo queda en el Club de Toby, el ministro Juan N. Silva le pidió a Margarita Luna arropar a su hijo Fernando Silva como su secretario de estudio y cuenta, también con su milloncito al año. ¿No tendrán acaso algún leve remordimiento cuando leen las noticias acerca de que este año en este país la cifra de mexicanos en pobreza asciende a más de 70 millones de personas? ¿En verdad necesitan más de 4 mil millones de pesos de presupuesto para 2010?” Hasta ahí el comentario de Sociedad en Movimiento. Entonces, insisto, ¿para qué queremos 11 ministros? ¿No sería mejor dejar vacantes los asientos de los que llegaron a la edad del retiro?
e@Vox Populi
Asunto: crédito hipotecario
Me gustaría saber su opinión en cuestión de créditos hipotecarios, sobre todo de ING. ¿Es confiable? Pregunto esto porque fui víctima de una empresas inmobiliaria que me jineteó mi capital sin llegar a concretar la compra; afortunadamente se me devolvió todo el dinero.
Edilberto Lara Sánchez/Distrito Federal
R: No recomiendo empresas, sólo podría aventurar la opinión de que ING es una compañía bien establecida. Hay muchas hipotecarias. Estaría bueno que investigara cuál le ofrece mejores condiciones.
Asunto: situación difícil
Hace algunos meses le escribí diciéndole que tenía deudas con unas tarjetas de crédito y que ya me era imposible pagar. Las dejé de abonar porque o pagaba o comía mi familia. Mi negocio quebró por la difícl situación en la que esta viviendo el país. Apenas conseguí empleo en el que me pagan 4 mil pesos al mes. Ya me están llegando avisos de despachos jurídicos para que pague o me embargarán mis pocas pertenencias. Le pido de favor me oriente, ya que no quiero que me quiten lo poco que tengo. ¿Cree usted que me puedan embargar o meter a la cárcel? Estoy desesperado.
A.B.O./Distrito Federal
R: En primer lugar, quítese de encima los sentimientos de culpa. Usted es uno de los millones de mexicanos a quienes Felipe Calderón ha hundido en la miseria. No lo pueden meter a la cárcel, pero sí intentarán despojarlo de sus bienes. En otros países la ley permite a una persona en su situación declararse en quiebra; en esa circunstancia un juez lo protege hasta que se recupera. Nuestros senadores y diputados no se atreverían a legislar en ese sentido, porque sus jefes son maiceados por los banqueros. Necesito los saldos de sus tarjetas de crédito.
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