La pesadilla de Pumas se interrumpió anoche y con su victoria de 3-2 sobre el América comprometió el pase de éste a la liguilla.

Nos complicamos solos y ahora hay que salir de esto, comentó el técnico Jesús Ramírez, porque las Águilas se estancaron con 26 puntos en el tercer lugar de su grupo (dos), el cual comparte con Puebla.

El sistema de seguridad del club de Coapa en los tiros de esquina falló de manera alarmante, al grado que el defensa auriazul Darío Verón podría tener futuro como goleador.

La brújula se les perdió a los americanistas a los minutos 21 y 44, porque el paraguayo no tuvo problemas para rematar con la cabeza dentro del área los envíos de Jehu Chiapas, desde la esquina izquierda. El 2-0 fue una copia de la primera anotación del conjunto de la UNAM.

Con la ventaja de dos goles, hasta del frío se olvidaron los seguidores auriazules que despidieron con Goyas a su equipo cuando el árbitro Jorge Eduardo Gasso decretó el descanso.

En el torbellino de esta batalla las dos anotaciones universitarias fueron lo único sobresaliente. El ir y venir y los roces sólo produjeron amonestados hasta que llegaron los insufribles tiros de esquina para los visitantes.

La cuota de talento acompañó al esfuerzo en la parte complementaria y el espectáculo mejoró. Cuando Salvador Cabañas igualó el marcador con dos tantos de tiro libre, vino un penal y el agónico triunfo de Pumas.

A los cuatro minutos de arrancar el segundo tiempo, una media vuelta de Francisco Palencia obligó a un gran lance de Guillermo Ochoa para salvar su meta.

La respuesta del América fue contundente, porque al minuto 53 Cabañas cobró una falta cerca de la media luna y el tremendo disparo acabó en las redes de la portería defendida por Sergio Bernal, para el 2-1.

Los del Pedregal llegaron con más peligro al arco contrario. Sin embargo, Ochoa no permitió que dos tiros de Dante López terminaran en gol, a los minutos 55 y 62, y al 75 Pablo Barrera llegó solo frente al arquero americanista, pero definió mal, desaprovechando una inmejorable oportunidad.

Al 79, el cuadro universitario cometió otra falta cerca de su área, por el centro, y esta vez Cabañas cobró de manera magistral para poner el tanteador 2-2.

La igualada parecía irremediable, pero en la agonía del encuentro, al 91, vino una mano de Juan Carlos Valenzuela dentro del área y el árbitro no dudó en marcar el penal que convirtió Martín Bravo. Fue un merecido 3-2 para los anfitriones.

La verdad es que nosotros jugamos mejor que ellos, apuntó Verón. Como ya están eliminados, dedicó esta victoria a los seguidores del equipo.

Para Chucho Ramírez fue un partido muy parejo y la única diferencia fueron los errores que cometieron, según él.

Se quejó del arbitraje. Apuntó que no se sentía robado, pero algunas decisiones de apreciación de los silbantes los han perjudicado mucho. En su opinión, el penal no existió.