Viernes 6 de noviembre de 2009, p. 37
En los dos años pasados, la simulación de relaciones laborales creció exorbitantemente por medio de los denominados outsourcing que, disfrazados de agencias de colocación, se encargan de contratar personal para determinada empresa con un salario ínfimo y sin prestaciones sociales, aprovechándose de la necesidad de la gente de contar con un ingreso fijo y cubrir sus deudas, señaló el titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STFE), Benito Mirón Lince.
La crisis económica acentuó esta problemática, reconoció, lo que ha derivado en un tráfico de la fuerza de trabajo
, pues aun cuando la ley reconoce formalmente derechos de los trabajadores, en la práctica no se cumplen, al darse la subcontratación o firmarse acuerdos por honorarios.
En ambos casos la gente carece de derechos, salarios dignos, seguridad social y ahorros laborales, pero “el outsourcing es peor que los contratos por tiempo u obra determinada, porque aquí no existe ningún resquicio para defender a los trabajadores, y se corre el riesgo de que esta figura se legalice si se aprueban las modificaciones a la ley laboral que promueve la administración federal”.
Su puesta en marcha significaría flexibilizar las condiciones de trabajo al incorporar nuevas modalidades de contratación individual, tales como periodos de pruebas, contratos de capacitación inicial y trabajo de temporada, señaló Batres Guadarrama.