Amnistía Internacional (AI) advirtió que el personal del refugio Belén Posada del Migrante, en Saltillo, Coahuila, corre peligro porque durante un mes ha sido víctima de amenazas y ataques por auxiliar a indocumentados, quienes también están en riesgo.

El organismo internacional emitió una acción urgente en la que advierte que aun cuando los activistas denunciaron los hechos ante la Procuraduría General de Justicia del estado, ésta no ha abierto investigación alguna ni ha ordenado proteger la posada y a su personal. Al contrario, señaló AI, las autoridades han sugerido cerrar el refugio con el argumento de que el acoso continuará.

Desde el 5 de octubre el director de la posada, el sacerdote Pedro Pantoja Arreola, ha recibido en su teléfono celular al menos 10 amenazas, insultos y advertencias de que mejor se dedique a otra cosa.

AI recordó que la madrugada del 11 de octubre un trabajador de la posada escuchó fuertes ruidos fuera del refugio. Cuando se asomó vio que unas 12 personas habían destrozado el medidor de electricidad, lo que dejó sin energía las instalaciones.

La madrugada del 25 de octubre un grupo apedreó el albergue; rompió varias ventanas, destruyó el transformador eléctrico y gritó amenazas y frases como lárguense, pendejos.

María Guadalupe Argüello, Alberto Xicoténcatl Carrasco y Sandra Luz Albicker Aguilera, entre otros colaboradores, han recibido por la madrugada amenazas anónimas tanto en el albergue como en sus casas.