Martes 3 de noviembre de 2009, p. 28
Ciudad Juárez, Chih., 2 de noviembre. Los obispos Renato Ascensio León, de Ciudad Juárez, Chihuahua, y Armando Ochoa, de El Paso, Texas, oficiaron una misa en la colonia Puerto de Anapra y en la comunidad Sunland Park, separados por la malla metálica que separa México y Estados Unidos, para pedir respeto a los trabajadores migrantes y exigir al gobierno mexicano que trabaje por ese sector.
Ascencio León cuestionó la falta de interés de la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza, por ayudar a los migrantes, pues nada se le ha oído en favor de los connacionales que salen del país en busca de mejores condiciones de vida
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La misa binacional se efectúa cada año en esta región fronteriza para recordar a los migrantes muertos en su trayecto al norte.
Ascencio León recordó que el gobierno estadunidense planea deportar a todos los indocumentados, sin importar dónde los detenga, por la zona de Presidio y Ojinaga, al noreste de Chihuahua: Me parece muy inhumano, entre otras cosas porque ni Presidio ni Ojinaga, tienen capacidad para recibir a tanto migrante
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El obispo juarense consideró que las autoridades mexicanas deben entablar comunicación con las estadunidenses, pero en el gobierno de México no encontramos un líder que verdaderamente quiera defender a los hermanos migrantes
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Gabriela Castañeda, de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, dijo que este año han muerto 378 migrantes que pretendían cruzar a Estados Unidos, 11 de ellos en la zona fronteriza de Juárez.