El tema necesita despolitizarse y crear un plan de ingeniería y geotécnica, señalan
La Semarnat no ha presentado evidencias para sustentar su exigencia de que se cierre, afirma Sergio Ampudia
El relleno sanitario es la tecnología ideal para la ciudad: Gabriel Quadri
Lunes 26 de octubre de 2009, p. 35
A 25 años de su apertura, el Relleno Sanitario Bordo Poniente vive momentos críticos por el abandono en que se encuentra. Una década perdida en tratamiento de basura se refleja hoy en riesgos para la infraestructura hidráulica del área, mal manejo de lixiviados y nula colección de metano, lo cual puede corregirse con un proyecto de ingeniería y geotécnica, rectificación de la geometría de los taludes y cobertura diaria de la basura depositada en el sitio.
Los especialistas en cuestiones ambientales Jorge Sánchez, ex director técnico de Desechos Sólidos en la regencia de Manuel Camacho y de la Asociación Mexicana para el Control de los Residuos Sólidos y Peligrosos (Amcrespac); Gabriel Quadri, ex director del Instituto Nacional de Ecología (INE), y Sergio Ampudia Mello, profesor de derecho ambiental, reconocieron que el relleno puede operar de manera eficiente por lo menos cinco años más si las autoridades locales y federales trabajan en conjunto y dejan de politizar el tema.
La especulación en torno a si debe cerrarse ha causado mucho daño, cuando ambas partes están conscientes de que el relleno no es infinito, y sus características son diferentes a cualquier otro, pues se ubica en un lugar que se hunde con una baja capacidad de carga, al estar sobre un acuitardo –agua que no tiene movimiento y es salobre–, lo cual afecta la degradación de la materia orgánica. Ello llevó a rellenarlo en 1984 y crear una plataforma de 1.50 metros de altura.
A esto se suma que no tiene material de cubierta y hay que comprarlo de bancos cercanos, y la necesidad de crear un plan de manejo de las 12 mil 500 toneladas de basura que se depositan diariamente en el sitio, así como un programa de captación de metano que podría ser capaz de generar alrededor de 120 mil megavatios hora al año de energía eléctrica, suficiente para satisfacer la demanda del Metro o el alumbrado público del DF, señalaron.
En entrevistas por separado, los expertos coincidieron en señalar que su acondicionamiento costaría mil millones de pesos, cantidad igual a mantenerlo en operación, evitándose problemas económicos, ambientales y sociales, pues el terreno donde se encuentra ya está impactado, la población está acostumbrada a su funcionamiento y no se tendrían más problemas vehiculares con el paso de 2 mil 500 unidades diariamente hacia otro lugar
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Ampudia Mello, investigador y profesor de derecho ambiental en la Universidad Panamericana, explicó que el terreno cuenta con las condiciones técnicas y de infraestructura para recibir una mayor cantidad de basura, al tener una capa de arcilla de 300 metros de profundidad, a lo que se suma la posibilidad de utilizar la celda ocho, que cuenta con 100 hectáreas para depositar la misma cantidad de residuos sólidos los próximos cuatro años.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), comentó, ha demandado de manera reiterada su clausura, pero no ha presentado una sola base técnica para ello, dejándole el paquete a la ciudad de México, cuando se trata de un problema nacional, y pensar de manera distinta sería muy simplista y peligroso, cuando emite metano a la atmósfera, lo cual tiene un impacto en el cambio climático
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Coincidió en ello Gabriel Quadri, director en México y Centroamérica de Ecosecurities, consultoría especializada en materia ambiental, al señalar que el bordo es el principal generador de gases de efecto invernadero en el valle de México y del país, por lo que es inaceptable que se mantenga, pese a que la captura de metano puede ser un proyecto rentable, tanto por los bonos de carbono que se pueden producir, como por la generación de electricidad
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En estos momentos no existe ninguna tecnología que sea más accesible, eficiente y segura para el manejo de residuos urbanos a gran escala que un buen relleno sanitario, señalaron Quadri y Jorge Sánchez, ex presidente de la Federación Mexicana de Ingeniería Sanitaria y Ciencias Ambientales.