Encabezados por 10 niños, denuncian represión en el sur de Chile
Sábado 24 de octubre de 2009, p. 25
Santiago, 23 de octubre. Unos 500 indígenas mapuches, encabezados por 10 niños de esa etnia, entregaron hoy en la sede regional del gobierno en La Araucanía, 700 kilómetros al sur de esta capital, un saco con 200 cartuchos de bombas lacrimógenas percutidas.
Los menores, que según el gobierno chileno participan en protestas armadas, dejaron los artefactos en el lugar y reclamaron por la represión policial en la zona, que también es cuestionada por Naciones Unidas.
Los niños relataron a la prensa que muchos de ellos han sufrido heridas, producto de las bombas lacrimógenas y los perdigones disparados por las fuerzas policiales en sus comunidades rurales.
La protesta, que sucede luego de que una organización mapuche declarara la guerra
al gobierno y el Estado chileno, coincide con otra visita a la zona del delegado presidencial para el tema, el ministro José Antonio Viera-Gallo.
Los manifestantes son en su mayoría miembros de la comunidad de Temucuicui, la que algunos acusan de violenta y otros de vivir en un verdadero estado de sitio por la fuerte presencia policial.
El conflicto, aunque tiene varias aristas y abarca otras comunidades, está enmarcado en la histórica lucha por la recuperación de tierras que la etnia mapuche considera ancestralmente suyas.
El gobierno de Michel Bachelet, aunque dice estar dispuesto a escuchar las demandas, alegó que ya cedió o regularizó la propiedad de 650 mil hectáreas, desde 1990, además de que anunció la entrega de otras 30 mil hectáreas a comunidades pacíficas
.
Según cifras gubernamentales sobre el flagelo del hambre, la pobreza azota a uno de cada cinco miembros de la etnia mapuche, 50 por ciento más que el promedio general de la población.