La aprobación de la ley de ingresos y miscelánea fiscal 2010 por la mancuerna PRI-PAN derivó en el reclamo político de los grupos de oposición en la Cámara de Diputados contra la carga de nuevos impuestos a los contribuyentes cautivos. Incapaces de escuchar los argumentos en contra de los dictámenes que la Secretaría de Hacienda elaboró, ambos partidos sólo se dieron tiempo para defenderse y argumentar que su decisión fue en bien del país.

Como se esperaba, la aplanadora PRI-PAN aprobó el aumento de 15 a 16 por ciento del IVA –10 a 11 por ciento en la frontera–; 28 a 30 por ciento la tasa de ISR a personas físicas y morales;  3 por ciento del IEPS a telecomunicaciones, y el cobro de 3 por ciento a los depósitos en efectivo mayores a 15 mil pesos, cuando anteriormente era de 2 por ciento a partir de 25 mil pesos. Además, subió a 0.75 por ciento el déficit fiscal y se fijó en 59 dólares el precio estimado por barril de petróleo crudo de exportación.

La madrugada del miércoles el debate en el pleno camaral, cuya naturaleza debía ser técnica, se convirtió en un largo alegato político de PRD y Convergencia contra la cascada de impuestos promovida por el gobierno de Felipe Calderón y el PAN, y aceptada casi sin cambios por el PRI.

Durante toda la discusión, el área de la secretaría y la tribuna de la Cámara estuvo tomada por los diputados del PT, encabezados por Pedro Vázquez, Ifigenia Martínez, Oscar González Yáñez y Jaime Cárdenas, quienes incansables reclamaron a gritos, por horas, la nueva carga fiscal para los mexicanos.

Alejandro Encinas, coordinador del PRD, inició el reproche contra las medidas antipopulares. Estamos convencidos que nuestro país necesita una rectificación profunda, tanto del modelo económico como el de la transición democrática. Señalamos que debía terminarse de manera tajante con los privilegios fiscales, no gravar el consumo ni establecer nuevos impuestos, y la respuesta que hemos encontrado fue desdeñar los planteamientos que pusimos sobre la mesa.

Pedro Jiménez León (Convergencia) la emprendió contra la renovada sociedad coyuntural de priístas y panistas. Hoy, aliado el PAN con el PRI y otras corrientes políticas, aumentan los impuestos, sacrifican a los asalariados, a los obreros, a los campesinos, a los más necesitados. Pero no deben olvidar que las promesas fallidas de campaña el pueblo habrá de recordárselas en la próxima elección.

Al inicio de la sesión, el PRI optó por el silencio, y en el posicionamiento panista, Alberto Becerra Pocoroba elevó el tono de voz y, señalando a los petistas que se encontraban en la zona de la secretaría general, les reprochó: “Ningún grupo dejó de ir ayer a la sesión que celebramos en la Comisión de Hacienda. Y ustedes votaron en contra. ¡Todos ustedes votaron! Ahora resulta que dicen ‘no más impuestos’. ¡Enfrenten su realidad! ¡Aquí estamos para trabajar por el pueblo! ¡Estamos por el bien de México!”

Incluso, Vladimir Ramos (Panal) no aceptó la imposición del PRI-PAN: Los dictámenes que hoy se someten a la consideración de esta soberanía nos permiten ver que no han sido correspondidos, ni con el interés ni con la aceptación de los partidos y mucho menos de la sociedad en su conjunto.

Francisco Hernández Juárez (PRD) acusó el daño que se aplicará a los mexicanos con el paquete fiscal. “Nos parece –dijo– un abuso y una burla que el gobierno y quienes lo apoyan mantengan una política de ingresos basada en seguir despojando de sus míseros ingresos a los contribuyentes cautivos, que son la masa de trabajadores asalariados en el sector formal”.

De inmediato, Luis Enrique Mercado (PAN), ex director del periódico El Economista convertido en diputado federal experto en paquetes fiscales, defendió las bondades de la propuesta de subir impuestos por parte del gobierno calderonista: Éste es un paquete equilibrado. Es un paquete que hace moderados aumentos y en algunos casos, como en el ISR, hace ese aumento de manera temporal. México, insisto, no puede vivir más del petróleo. Enfrente del paquete de aumento de impuestos está un severo recorte de impuestos (sic) elaborado por el gobierno federal; 218 mil millones de pesos menos en gasto, que representa el mayor recorte que se ha hecho en el México moderno.

Para Jesús Zambrano, vicepresidente de la mesa directiva, la derecha política tiene sumido al país en la tragedia. Dijeron  que nos rebasarían por la izquierda a las bancadas aquí representadas; terminaron rebasando al viejo régimen por la derecha. Hoy, después del discurso de Calderón el 2 de septiembre, preguntamos: ¿en dónde quedaron los planteamientos que hizo de que era el momento de dar un giro en el manejo de la economía?

El priísta Sebastián Lerdo de Tejada, cercano a Beatriz Paredes, dijo: Otra vez la izquierda pegando con la izquierda y cobrando con la derecha. Otra vez el discurso fácil y formados en la fila para los beneficios de las actitudes responsables. No se vale ese tipo de discursos. ¡Seamos responsables! Zambrano respondió: No sé a quién se quiera referir el diputado de tan ilustre apellido. Aquí no hay izquierdas vergonzantes. Aquí no andamos con chantajes vendiendo convicciones a cambio de un voto.

Incansables, los petistas no dejaban de corear: ¡No más deudas! ¡No más IVA!

Lerdo de Tejada acusó al PRD de mantenerse cerca de la derecha. Me parece que no es con chantajes como se arreglan las cosas. Déjense de maniqueísmos. Cada vez se parecen más a la derecha representada en Acción Nacional. No cabe duda que los extremos se tocan.

La dirigente del PRI, Beatriz Paredes, se refirió a la propuesta del PRD para aplicar IVA a los alimentos chatarra y medicamentos milagro. En este proceso legislativo no encontramos una posibilidad de orden jurídico por el tema de la generalidad de los impuestos; cómo se conceptualizaban alimentos chatarra, cómo diferenciábamos esos alimentos de otros y cómo se da la dieta del pueblo mexicano que, lamentablemente, para muchos encuentra sólo alternativas de consumir este tipo de productos en circunstancias dramáticas, arguyó.

Entonces, Becerra Pocoroba solicitó hacer una aclaración en torno a un dictamen de la comisión que encabeza y de inmediato fue objeto de un estribillo desde el grupo de diputados del PT: ¡Qué bien joroba con impuestos Pocoroba!

El presidente de la Comisión de Hacienda se molestó y les dijo. “Está bien. Diviértanse…”

David Penchyna (PRI) defendió la determinación de su partido por avalar la propuesta gubernamental de subir impuestos: Hoy, las diputadas y los diputados del PRI asumimos la tarea de legislar sobre las bases de pensar en México por encima de las agendas de los partidos. Favorecer acuerdos que fortalecen la gobernabilidad democrática de la nación y el desarrollo con justicia social, y no conflictos que permanentemente debilitan y desprestigian a las instituciones.

Y en un lapsus, señaló: Fue el PRI en obvio, sin embargo, que en su definición de impuestos, lejos de un desfase falso y de un argumento populista, pensó en la conducción de la nación. Rechazó, sí, el 2 por ciento y aceptó un impuesto sin gravamen en alimentos y medicinas, sin violar nuestra propuesta electoral, ¡con la que ganamos 184 de 300 distritos en este nuestro querido país!