México tiene dos retos inmediatos en telecomunicaciones. El primero es hacer frente a las consecuencias de aplicar nuevos impuestos a los servicios de la industria, pues las afectaciones directas serán para los usuarios de menores ingresos, que también serán excluidos de esos beneficios. El segundo, licitar la mayor cantidad de espectro posible para fomentar la penetración de banda ancha, ya que sólo las grandes ciudades tienen un nivel eficiente y amplio de ese servicio, mientras en las comunidades rurales no existe, sostuvo el presidente de la consultoría 3G Américas, Erasmo Rojas.

Cuando se crean nuevos impuestos, a los que no les afecta es a los ricos, a los de contrato pospago, pero se tiene que pensar en que la mayoría de los mexicanos que usan el servicio de telefonía móvil están en el esquema de prepago, así que con más impuestos los perjudicados van a ser las personas de menores recursos. También se les cerrará el acceso a otros servicios de telecomunicaciones, lo cual es delicado en un país donde lo que se requiere es que la gente tenga más acceso a esos servicios.

Destacó que los servicios como el de telefonía móvil tienen una penetración de 75 por ciento en la población, lo que pone en desventaja a México ante el resto de América Latina, donde la penetración es de 85 por ciento.

En particular, indicó, el reto para México es lograr que más personas tengan acceso a los servicios de Internet y banda ancha, ya que apenas 7 por ciento de la población dispone de esa tecnología debido a que para gran parte de los mexicanos puede ser muy costosa, de ahí la necesidad de desarrollar más infraestructura y licitar más espectro para que los operadores estén en condiciones de llevar servicios de tercera tecnología a más personas.

Erasmo Rojas dijo que dadas las condiciones de infraestructura y de mercado, los operadores están más interesados en los usuarios urbanos de alto consumo, pero ya no sólo para ofrecer servicio de voz, sino también de texto y datos, mientras se desatienden zonas rurales y alejadas de bajo consumo.

Por eso, dijo, México tiene el doble reto de no incrementar impuestos para que los ciudadanos conserven o contraten más servicios de telecomunicaciones, y que los operadores inviertan para llevar los servicios de tercera generación a todo el territorio.