Aunque en el último año se redujo de 28 a 16 el número de estudiantes de educación básica por computadora, el Distrito Federal, caracterizado por estar a la vanguardia en otros temas, mantiene un rezago notorio en el uso de esta tecnología en comparación con otras ciudades del mundo, donde existen, en promedio menos de cinco escolares por equipo, aseguró el secretario de Educación (SE), Mario Carrillo Huerta.

Durante su participación en el 25 simposio internacional de Computación en la Educación, el servidor público presentó los resultados de una investigación en la que documentó que para la adquisición de una computadora en los hogares capitalinos no sólo influye la situación económica, sino también el nivel de escolaridad y el hecho de que el jefe de familia sea hombre o mujer.

En el caso del grado de instrucción, si no hay estudios la probabilidad de poseer un equipo de cómputo es de 12 por ciento, mientras que contar con licenciatura incrementa esta posibilidad a 34, y con doctorado se dispara hasta 42 por ciento.

De acuerdo con los resultados de la investigación, se identificó que para los jefes del hogar que poseen únicamente un salario mínimo como ingreso mensual, se tiene una probabilidad de 18.82 por ciento de adquirir una computadora; para los que ganan siete salarios mínimos aumenta a 24.48 por ciento, y para quienes cuentan con 20 salarios mínimos es de 39.32 por ciento.

El funcionario apuntó que el género de quien encabeza el hogar también es otro elemento determinante en el hecho de contar o no con un equipo de esta naturaleza. De acuerdo con este estudio, la probabilidad de contar con él es 1.4 menor si el jefe de familia es hombre.

Respecto a la localidad, la probabilidad de que una familia tenga una computadora es 23 por ciento mayor si vive en una zona urbana que si se ubican en una rural.

Con ello, abundó Carrillo Huerta, se puede observar que la brecha digital tiene origen en otras de índole social, dado que las condiciones económicas, de escolaridad e incluso de ubicación territorial están asociadas con el hecho de contar o no con computadora.

Sin embargo, consideró que esta brecha se va a reducir en la medida en que se tenga acceso a un equipo de cómputo, aunque no necesariamente sea propio, por lo que desde la dependencia a su cargo se promueve potenciar el uso de las aulas digitales recientemente habilitadas en los centros escolares de la ciudad de México.

Explicó que se está en pláticas con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que durante los fines de semana, o de ser posible durante las noches, las familias puedan acudir a las escuelas, aunque –admitió– no se trata de una propuesta fácil, pues existen varios aspectos por resolver.

Esta iniciativa se sumaría al proyecto de establecer cibercentros públicos en las estaciones del Metro, refirió. Señaló que se inició una metodología para evaluar cuál es el impacto en el desempeño escolar de los estudiantes de educación básica con el uso de esta tecnología.