Desde 1998 el gobierno federal dejó de invertir en infraestructura para la generación de energía eléctrica en Luz y Fuerza del Centro (LFC). Desde entonces sólo ha incorporado 4.1 por ciento de la capacidad requerida, advirtió el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) durante la reunión del viernes pasado con funcionarios federales.

De 1998 a 2007 el nivel que necesitó la zona centro del país se incrementó de 6 mil 332 a 7 mil 932 megavatios y la incorporación fue de 128.

Si el gobierno hubiera tenido auténtica preocupación debió haber invertido en infraestructura par evitar las zonas críticas que ahora existen pero que están identificadas. Además, hay proyectos elaborados para superar las contingencias, dijo el SME.

Los argumentos anteriores fueron parte de las ideas que expuso el SME durante la reunión de más de seis horas entre el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Gerónimo Gutiérrez, y una comisión de 11 dirigentes encabezados por Martín Esparza.

Los sindicalistas plantearon al gobierno la necesidad de actuar con sensibilidad ante la situación que enfrentan los más de 40 mil trabajadores en activo de LFC que están sin empleo desde el domingo pasado. Además, pidieron tomar en cuenta la advertencia del rector de la UNAM de que la situación económica puede provocar un conflicto social.

En las instalaciones de Gobernación, el SME argumentó sobre la situación de LFC y planteó la falta de consistencia del diagnóstico que presentó el presidente Felipe Calderón, en especial sobre el monto de las transferencias para la compra de energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

En el decreto de extinción de LFC emitido por el Ejecutivo federal hace una semana se argumenta que, desde su creación, el organismo no ha cesado de recibir cuantiosos montos, los cuales, lejos de disminuir, se han incrementado en años recientes a más de 200 por ciento, esto es, 41 mil 945 millones de pesos. Se asegura que de continuar ese comportamiento el déficit podría alcanzar 300 mil millones de pesos.

El SME aclaró que en el periodo 2001-2008 la transferencia de recursos aumentó 226.7 por ciento y el precio de la energía que se compra a la CFE 200.9 por ciento.

A ello se debe en realidad el cuantioso aumento de las transferencias del gobierno federal y de ninguna manera por incrementos en los costos de operación, como podrían ser salarios y prestaciones por el alza en el volumen de energía comprada, que fue de apenas 18.6 por ciento, aseguró el sindicato.

“No obstante, el subsecretario Gutiérrez sólo repetía que ‘el gobierno ya tomó su decisión’. Dijo que cada parte ya había fijado su postura y que el SME tomara su camino jurídico (para intentar revertir el decreto presidencial), pero que el gobierno federal haría también su defensa de ley”, manifestaron fuentes consultadas que estuvieron en el encuentro.

Precisaron que el Ejecutivo aún no tiene la cifra, o no ha querido revelarla, sobre trabajadores que está dispuesto a recontratar. Tampoco hubo información acerca de las características de la liquidación.

El SME presentó datos y documentos oficiales sobre ingresos y gastos de LFC, y todo redunda en el precio desmedido en que nos vende la CFE la energía eléctrica, así como en las partidas virtuales incluidas en las finanzas de LFC, como el alza a la reserva del pasivo laboral.

En el decreto se afirma que LFC tiene un pasivo laboral de unos 240 mil millones de pesos. En respuesta, el SME asegura que esa cifra es totalmente inexacta, porque la empresa tiene registrados en sus estados financieros, auditados de 2008, 102 mil 990 millones. El gobierno miente e infla las cifras en 133 por ciento, sostuvo el sindicato.

De igual forma, los dirigentes refutaron los números relativos a la pérdida de energía (30.6 por ciento, según cifras oficiales); sin embargo, el SME explicó al subsecretario Gerónimo Gutiérrez que de ese porcentaje 13.4 corresponde a pérdidas técnicas, propias de todos los sistemas, y el resto al conflicto social de la pobreza, es decir, los rezagos y el nivel de marginalidad crecen en la misma proporción que el uso clandestino de energía.

La pérdida de energía ocurre entonces por las serias limitaciones sociales y no por malos resultados en la operación del sistema de Luz y Fuerza del Centro, afirma el sindicato.