Dos sectores estratégicos para la economía nacional, el turístico y el aeronáutico, no se ponen de acuerdo para incrementar sus carteras de clientes y, con ello, repuntar el mercado interno: los empresarios y prestadores de servicios turísticos demandan que se sacrifiquen un poco las tarifas aéreas a cambio de incrementar el volumen de pasajeros, pero las aerolíneas prefieren reducir el número de vuelos ante la caída de la demanda.

Las diferencias se evidenciaron en las pasadas vacaciones de verano cuando hicieron falta vuelos para cubrir la demanda de turistas hacia lugares como Cancún y la Riviera Maya, pese a que hoteleros y prestadores de servicios hicieron su mejor esfuerzo para ofrecer buenos precios a los consumidores, denunció Jorge Hernández Delgado, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viaje (AMAV), al quejarse de la falta de intervención del gobierno federal y la formulación de una política pública que vincule a ambos sectores.

Queremos convencer a todos los prestadores de servicios turísticos que vayamos por volumen, más que por precio. Un volumen de 90 por ciento de ocupación y que así lo mantengamos para recuperar precio y no pretendamos recuperar ingresos y mejorar las condiciones económico-financieras de todas las líneas aéreas en tres temporadas nada más. Pero para eso necesitamos mejor precio (en las tarifas aéreas), señaló.

Hernández Delgado cuestionó la aseveración de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) de que no se pueden reducir las tarifas debido a los altos costos de operación que enfrentan las empresas del sector: Yo no creo que sea imposible y, desde mi punto de vista (si no sacrifican tarifas) se va hacer más grande el hoyo financiero que tienen.

Si bien reconoció que las compañías aéreas enfrentan graves problemas económicos y prueba de ello, dijo, son los créditos por más de 2 mil millones de pesos que recibieron en conjunto Mexicana y Aeroméxico por parte del gobierno federal, criticó que hasta el momento no exista una estrategia del sector aeronáutico, pero principalmente una política económica de la administración del presidente Felipe Calderón para reactivarlo en conjunto con la industria turística.

No veo un plan de las aerolíneas para lograr una recuperación, quizá que lleva más tiempo pero que sea segura. La autoridad no puede estar ajena a lo que pasa en la iniciativa privada y debe haber un plan en conjunto para hacer una política aérea en México, señaló.

Consideró que todas las líneas aéreas están heridas de muerte pero no a raíz de la crisis económica o la influenza sino desde que se desató una guerra de tarifas en el sector cuando de tener un monopolio aéreo se abrió el mercado con el otorgamiento de permisos de manera indiscriminada para las llamadas líneas de bajo costo, lo que generó una sobreoferta de asientos pero ahora, otra vez, estamos regresando a la poca oferta.

Remarcó que lo ocurrido en verano, cuando el sector turístico se esforzó más para tratar de recuperarse de la caída provocada por la emergencia sanitaria y la crisis pero no hubo avión, provocó desaliento entre prestadores y empresarios del ramo.

¿Cómo es posible que el gobierno no intervenga? Nos pide que hagamos nuestro esfuerzo y lo hacemos, pero no llegan los viajeros a las zonas turísticas porque no hay transportación aérea, manifestó Hernández Delgado.

Otro ejemplo al respecto lo constituye el hecho de que en el programa que anunció este viernes la Secretaría de Turismo (Sectur ) y la AMAV para que los burócratas puedan viajar a diferentes lugares del país mediante descuentos vía nómina, no fueron incorporadas las grandes líneas aéreas debido a sus sus altas tarifas, por lo que sólo se recurrirá a vuelos tipo charter y transporte carretero.

El dirigente de la AMAV advirtió que para los empresarios y prestadores de servicios del sector turístico es urgente que exista una política de Estado enfocada al turismo y por ello insisten en la permanencia de la Secretaría de Turismo (Sectur), pero reforzada y con más atribuciones.