Entre todas las pasiones que mueven la carrera profesional de Mario Iván Martínez destacan dos: su oficio de cuentacuentos y su predilección por el arte renacentista y barroco, en donde encuentra siempre algo que me mueve las fibras, que me toca, abstracto, impredecible, sumamente gozoso que me empuja a un placer casi físico cuando escucho ciertas melodías de ese periodo.

En entrevista con La Jornada el melómano, actor y músico ofrece detalles de los espectáculos que ofrecerá durante la versión 37 del Festival Internacional Cervantino, uno, por supuesto, dedicado a su cada vez más exigente público infantil; el otro, un concierto a propósito de Galileo Galilei.

En esa última producción “narraremos los enfrentamientos terribles que afrontó el científico con la intolerancia de la Santa Inquisición cuando él proclamó que la Tierra no era el centro del universo, sino que en realidad se movía alrededor del Sol.

“Galileo fue encarcelado en su propia casa y sus últimos días fueron muy tristes porque su hija, que también era muy brillante y vivía en un convento cercano, murió. Hablaremos de todas esas vicisitudes que sufrió por dar a conocer sus revolucionarios hallazgos. Lo que pretende mostrar el espectáculo titulado Proyecto Galileo: la música de las esferas, es el conflicto tremendo entre la autoridad y la libertad de pensamiento.

Con este proyecto me dieron en mi mero mole, porque se trata de música barroca. La primera parte está dedicada a Galileo Galilei y la segunda a las celebraciones que se hacían en el Siglo de las Luces, en el XVII y XVIII, alrededor de las distintas festividades de los planetas.

Para los niños, Mario Iván Martínez presentará Mestizo, leyendas de México, un programa que presentó en 2008 en la Feria Internacional del Libro en Edimburgo, Escocia, y por el cual recibió un reconocimiento al evento infantil más original de este encuentro internacional.

“Incluimos música de Jorge Reyes y del periodo nacionalista mexicano, en una pista grabada por la Orquesta Sinfónica Nacional. Sobre todo, destaca el arte en papel picado de Adriana Maya, quien hizo un telón de los volcanes del valle de México, todo en distintas capas de papel de china, el cual, iluminado por detrás adquiere la transparencia de un vitral. Es como el equivalente en papel del telón Tiffany del Palacio de Bellas Artes.

En estos tiempos de vacío cultural, en los que se les ofrece a los niños tanto material desechable, chabacano e intrascendente que no ayuda a su formación, contribuir con el más mínimo granito de arena a que de pronto se siembre el interés en un niño por material más elevado, que lo lleve a deducir, a pensar, así como estimular y acariciar su sensibilidad más allá de la improvisación, para mi es uno de mis grandes alicientes.

Mario Iván reconoce que “si me hubiera querido dedicar al repertorio de ópera decimonónica me hubiera quedado en un plano de mero aficionado, porque mi voz no da esas grandes alturas, pero afortunadamente he podido moldearla para las exigencias de la música antigua, no es lo mismo cantar con un clavecín o un laúd que con una orquesta sinfónica, no tengo esos volúmenes ni esos vibratos.

“En ese sentido –concluye– soy afortunado, porque he podido dedicarme a lo que mi voz tiene posibilidades de hacer, que es la música antigua, y que afortunadamente es lo que más me gusta; además, mi afición por la música encuentra fronteras imprecisas entre la dramaturgia, la poesía, la actuación y el teatro para niños”.

La cita para que el público infantil y sus familias disfruten Mestizo, leyendas de México, en donde Martínez presentará La leyenda de los volcanes y El coyote y la serpiente será los días 18, 19 y 20 de octubre, a las 18 horas en el teatro Cervantes.

Proyecto Galileo: la música de las esferas, con el ensamble canadiense de música barroca Tefelmusik, dirigidos por Alison Mackay, con textos de Shakespeare, Kepler y Galileo, así como música de Monteverdi, Lully, Purcell y Bach, es el 21 de octubre a las 21 horas en el teatro Juárez, ambos espectáculos en la ciudad de Guanajuato. Este montaje también podrá ser visto en la ciudad de Querétaro el 22 y 23 de octubre, en el Palacio de las Artes, a las 19 horas.