Denuncian que trasnacionales presionan para que se les permita cultivar el grano
Miércoles 7 de octubre de 2009, p. 42
Las organizaciones que integran la campaña Sin maíz no hay país pidieron al gobierno reanudar la moratoria a la siembra de ese grano transgénico. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) está obligada con la población, el medio ambiente y la biodiversidad a emitir un dictamen que prohíba el uso de ese grano modificado genéticamente para proteger el enorme potencial de la diversidad del alimento.
En un comunicado, las organizaciones sostuvieron que es necesario invertir en la investigación y desarrollo rural, pero sin entregar el patrimonio natural y agrícola a un puñado de empresas trasnacionales que han apostado por una tecnología riesgosa, imprecisa, insustentable y privada
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Ante la posibilidad de que en los próximos días la Semarnat y la Secretaría de Agricultura den a conocer la resolución de los 31 permisos de siembra experimental de maíz transgénico que presentaron Monsanto, Dow AgroScience y Pioneer, las organizaciones de la campaña sostuvieron que México tiene una gran oportunidad si protege y salvaguarda la diversidad de maíces mexicanos y de sus parientes silvestres
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Aseguraron que el país cuenta con la tecnología, el capital humano y un patrimonio invaluable para hacer más productivo el campo; lo único que necesita es apostar por los mexicanos.
Advirtieron que la Semarnat está recibiendo presiones de la industria biotecnológica para otorgar los permisos de siembra experimental de maíz transgénico, ya que tiene la última palabra en la resolución de las solicitudes
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El pasado 28 de septiembre, el director de sanidad agroalimentaria de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Enrique Sánchez, dijo que falta el visto bueno de Semarnat para tener el acuerdo vinculante para iniciar las siembras experimentales. La Sagarpa ya revisó las solicitudes en cuanto a la sanidad vegetal, faltan las observaciones de la Semarnat sobre los riesgos que representarían esas siembras para la biodiversidad genética del maíz, la salud humana y a la sanidad animal, vegetal o acuícola.
Agregaron que de acuerdo con la investigación Origen y diversificación del maíz, una revisión analítica, en el país hay por lo menos cuatro centros de origen del grano, y se recomienda ordenar una moratoria a las siembras experimentales hasta agotar los elementos de la nueva evidencia científica.