Desde Estocolmo, Lula llama a combatir el cambio climático
Miércoles 7 de octubre de 2009, p. 25
Sao Paulo, 6 de octubre. Unas 250 familias del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) ocuparon este martes la plantación más grande de naranjos de Brasil, en el centro-oeste del estado de Sao Paulo, y fueron acusadas de haber destruido entre 5 mil y 7 mil naranjos, de acuerdo con la policía y medios de prensa locales.
Los ocupantes usaron un tractor para destruir los naranjos de esta plantación en Borebi, a 300 kilómetros de la capital paulista, según mostraron imágenes difundidas por el canal Globo.
No hemos destruido nada. Hemos retirado algunos árboles para plantar porotos negros, ya que nadie puede vivir de naranjas
, declaró Claudete Pereira, portavoz del MST al diario O Globo.
Los manifestantes aseguran que esta plantación, la más grande de Brasil, con un millón de naranjos, es tierra pública. Sin embargo, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) respondió que estas tierras no pertenecen al gobierno federal.
Los manifestantes habían anunciado que permanecerían en el lugar hasta que la justicia tome una decisión, la cual se conoció en la tarde de este martes, y determina la salida inmediata de los Sin Tierra del establecimiento agrícola, informó el diario Folha de Sao Paulo.
El MST, que reclama una reforma agraria, cumplió 25 años en 2009, y en este contexto afirmó que el objetivo de la ocupación es denunciar que se trata de tierras federales en manos de empresas privadas, que son usadas de manera irregular para producir jugo. Además, dijo, afectan a los pequeños productores y dañan el ecosistema con derrames contaminantes en los ríos.
El movimiento de los Sin Tierra dijo que a la fecha acampan en Sao Paulo unas mil 600 familias que luchan por la tierra.
En otro orden, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva exigió en Estocolmo que los países ricos, grandes emisores de gases de efecto invernadero, entre ellos Estados Unidos, asuman su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático en el mundo, al participar en la tercera cumbre en la materia entre la Unión Europea y Brasil.