El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se polarizó anoche al revisar la viabilidad del paquete económico enviado por el presidente Felipe Calderón, pues mientras algunos consideraron prioritario preservar sus ingresos, otros alertaron que el tricolor no debe pagar el costo político de aprobar nuevos impuestos. Ante ello, se dieron una semana para realizar una propuesta alternativa en la que puede quedar fuera la aplicación del gravamen de 2 por ciento al consumo generalizado.

Reunidos en la sede nacional del PRI, 16 gobernadores; los coordinadores parlamentarios, Manlio Fabio Beltrones y Francisco Rojas, y la dirigencia que encabeza Beatriz Paredes Rangel, centraron el debate –revelaron asistentes– en el entorno político, lo cual derivó en la división entre los priístas.

Ante ello, para no polarizar aún más la reunión, se determinó no llegar a un acuerdo por el momento, sino presentar alternativas que incluso permitan obtener más de los 75 mil millones de pesos que se recaudarían con la aplicación del 2 por ciento al consumo de alimentos, medicinas, bienes y servicios.

Ney González, gobernador de Nayarit, expresó: Será una propuesta que a todos nos va a gustar. El mandatario nayarita fue uno de los principales defensores del impuesto de 2 por ciento al consumo. Interrogado respecto de si el PRI debe estar dispuesto a pagar el costo político de ello, respondió: Es tiempo de arriesgar y de que los políticos dejemos de cuidarnos el rostro. A Nayarit ya se la ha aplicado un recorte de 700 millones de pesos este año.

Fuentes del Revolucionario Institucional señalaron que los dos grupos salieron muy divididos, pues mientras varios gobernadores defendieron la aplicación de ese gravamen, otros lo rechazaron de manera tajante; también surgieron opiniones en favor de la denominada canasta básica exenta de dicho tributo. Los mandatarios defensores del impuesto resaltaron que han tenido una caída en sus impuestos para este año, lo cual impactará en el pago de aguinaldos, y se espera un efecto negativo superior para 2010. En contraste, se expresó que el PRI no debe cargar con el costo político de una medida antipopular.

Más tarde, en un comunicado, el Revolucionario Institucional refirió que Francisco Rojas describió las características del paquete económico y pidió que los legisladores revisen alternativas, porque no sólo con una visión recaudatoria se puede superar la severa crisis por la que atraviesa el país.

También refirió que el senador Francisco Labastida Ochoa detalló que la bancada del PRI en el Senado revisa el código fiscal, donde encontraron propuestas contradictorias a lo establecido en la Constitución. El comunicado señala que se acordó continuar en un diálogo y consulta permanentes, en la certidumbre de que el PRI presentará una posición cohesionada ante el paquete económico, en la que se refleje el acuerdo de legisladores, gobernadores y dirigentes del partido.

Al término de la reunión, el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, afirmó que el tricolor buscará que el paquete económico gire verdaderamente alrededor del propósito de crecimiento y empleo.

–¿Y eso no está en la propuesta de Calderón?

–Nosotros creemos que tiene más afanes recaudatorios que de crecimiento y de generación de empleo.

Beltrones aseguró que el Partido Revolucionario Institucional analiza las distintas posibilidades que tiene frente al paquete económico, por lo que el encuentro de anoche no fue de carácter concluyente. Hemos iniciado una ruta para el encuentro de una posición única, aseguró.

Buscamos alternativas

En entrevista, el coordinador de los diputados, Francisco Rojas Gutiérrez, declaró que se está discutiendo todo el paquete, esto es, el incremento en el impuesto sobre la renta (ISR), la aplicación del 2 por ciento al consumo, y el impuesto especial a las telecomunicaciones y a la cerveza. Estamos construyendo una serie de alternativas, afirmó el legislador.

Antes, en la Cámara de Diputados, se le preguntó a Francisco Rojas si el PRI tendría entre sus cálculos el costo de votar a favor del 2 por ciento. El coordinador priísta respondió: Primero vamos a analizar que este programa sea viable o no. Ya después veremos los costos políticos.