Martes 6 de octubre de 2009, p. 20
París. Las llamadas bombas supositorios que llevan los militantes de Al Qaeda escondidas dentro del cuerpo para evitar los controles, cuestionan la seguridad en los aeropuertos, según un diagnóstico del servicio antiterrorista francés, que estudia formas de fijar medidas contra acciones de ese tipo.