Martes 6 de octubre de 2009, p. 7
París, 5 de octubre. Máscaras, esculturas de jaguares, murales, ollas y joyas de Teotihuacán, la misteriosa Ciudad de los Dioses, viajaron al museo parisino del Quai de Branly provenientes de México, que las ha cedido para la primera gran exposición dedicada en Francia a Mesoamérica.
Alrededor de 450 piezas –algunas recién encontradas en excavaciones efectuadas en la Pirámide de la Luna– son testimonio de la magnificencia de esa metrópoli precolombina, que irradió su influencia a toda Mesoamérica en los siglos II y VII.
Redescubierta en el siglo XIX bajo una abundante vegetación, Teotihuacán, que en su momento de esplendor era mucho más grande que cualquier capital europea, sigue rodeada de misterio, revela la exposición que abre sus puertas este martes y que se prevé que atraerá decenas de miles de visitantes, pues concluirá el 24 de enero de 2010.
Teotihuacán, que tenía en el siglo V unos 250 mil habitantes, era sólo superada por las grandes ciudades en la India o China
, dijo Miguel Báez Pérez, director del proyecto en el Instituto Nacional de Antropología. Pero sigue siendo una gran incógnita
, subrayó el arqueólogo.
Felipe Solís, el artífice
El Museo del Quai Branly, consagrado a las artes y civilizaciones de Asia, América, África y Oceanía, destacó que el artífice de la muestra, titulada Teotihuacán: la Ciudad de los Dioses, fue el director del Museo Nacional de Antropología de México, Felipe Solís, quien falleció en abril pasado.
“Cuando el Quai Branly contactó a México hace más de dos años, para proponer una gran exposición sobre Mesoamérica, Solís nos dijo: ‘Tiene que ser sobre Teotihuacán’”, afirmó Stéphane Martín, presidente del museo, durante la presentación a la prensa de la muestra, el lunes.
Báez Pérez hizo hincapié en que Solís estimaba imprescindible
organizar una gran exposición sobre Teotihuacán, la ciudad más imponente de la cultura precolombina mesoamericana, por una sencilla razón: jamás se había hecho
.
Además, Teotihuacán –inmensa y compleja zona arqueológica a unos 50 kilómetros de la capital mexicana, donde apenas se ha excavado 10 por ciento del asentamiento– genera más preguntas que certezas
, recalcó.
Los 450 objetos en la exposición provienen de unos 15 conjuntos habitacionales. Nos quedan alrededor de unos 2 mil por trabajar
, explicó.