La Iglesia católica de la ciudad de México ordenó a los sacerdotes que están al frente de los más de 500 templos de la capital del país abstenerse de celebrar misas públicamente si se presenta el más leve indicio de la influenza A/H1N1.

En respuesta a los anuncios de las autoridades sanitarias de la llegada de un rebrote de la pandemia del virus, la Arquidiócesis de México pidió a sus clérigos realizar sus celebraciones litúrgicas al aire libre si su templo cuenta con atrio descubierto. De no existir esa posibilidad, les sugirió procurar la debida ventilación de los recintos.

Precisa que deberán reducir el tiempo de las misas, con la finalidad de que las personas no permanezcan mucho tiempo juntas. Además, deja a su criterio la omisión de rituales litúrgicos.

En su ordenanza les pidió mantener limpios los templos y en especial los objetos que están en contacto con la feligresía. También que insten a la comunidad a omitir el saludo de mano, abrazo o beso que se sigue en el rito de la paz; debe ser sustituido con cualquier gesto que no implique contacto físico.

Entre las 10 indicaciones que giró la Iglesia católica destaca que los sacerdotes deberán usar cubreboca o mantenerse a distancia considerable de su feligresía.

Reiteró el llamado a sus funcionarios parroquiales y feligresía a estar atentos a la información y medidas sanitarias que dispongan las autoridades de salud federal y local.