La pretensión de que la universidad pública aporte recursos para las becas que otorga el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) es inaceptable, sobre todo en el escenario actual, donde el recorte presupuestal de este año y el próximo conduce a los centros educativos a la catástrofe financiera y, en consecuencia, los coloca en una espiral desestabilizadora, advirtieron rectores.

Los representantes universitarios sostuvieron que el plan de reducción presupuestal de Felipe Calderón generará un caos en dichas instituciones educativas ante la creciente precarización de sus recursos para la realización de sus quehaceres esenciales.

Afirmaron que la disminución del presupuesto representa un impacto enorme para las universidades, al reducirles no uno por ciento –como el gobierno federal había planteado–, sino 2 por ciento.

En entrevista con La Jornada, los rectores de las universidades Autónoma de Sinaloa (UAS), Víctor Antonio Corrales Burgueño; Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Rafael Torres Valdez, y Veracruzana (UV), Raúl Arias Lovillo, así como el secretario de Educación de Sinaloa, Florentino Castro, coincidieron en que dicha disminución de recursos significará un retroceso histórico para la educación y el desarrollo científico y tecnológico nacional.

El rector de la UAS y presidente del Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado de México –el cual reúne a cerca de 65 por ciento del posgrado nacional evaluado por el Conacyt–, Víctor Antonio Corrales, expresó que se realizó un encuentro con dicho consejo, donde pidieron al gobierno reconsiderar su propuesta, ya que la postura de las instituciones educativas es que el Conacyt tiene la responsabilidad de asumir el costo total de las becas.

Según lo planteado por el Conacyt, el objetivo es que las instituciones de educación superior otorguen 30 por ciento del costo de las becas para maestrías de reciente creación, en un esquema de corresponsabilidad y cofinanciamiento, de acuerdo con el director del organismo, Juan Carlos Romero Hicks.

Propuesta inviable

La propuesta es inviable, destacó Corrales Burgueño, porque por un lado el Conacyt no puede trasladar su responsabilidad a los centros educativos, cuando su misión, según marca la ley, es apoyar la investigación y las becas. Por otra parte, ese proyecto no haría más que agravar la situación financiera de las universidades, sobre todo las que ya tienen graves problemas, dijo.

Por ejemplo, señaló, la UAS arrastra un déficit anual de mil 83 millones de pesos y tiene un presupuesto federal de cerca de mil 800 millones de pesos.

Parte de los problemas estructurales consisten en que la UAS tiene que asumir un pago de mil 500 millones de pesos al año sobre conceptos que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no reconoce, entre otros la erogación de 800 millones de pesos para las jubilaciones, el pago de 505 plazas de docentes de tiempo completo, así como de mil 700 administrativos y de 40 mil horas de asignatura.

Lo anterior, por lo que toca a 2009. El escenario para 2010 se vislumbra más catastrófico y de incertidumbre por la reducción presupuestal, a causa de que desaparecerá 50 por ciento de los fondos compensatorios para las universidades desaparecerán y el 50 por ciento restante quedará disminuido a la mitad, sostuvo.

Todo lo antes señalado tendrá un impacto terrible para la ciencia y la tecnología y, sin lugar a dudas, se generará un caos en la universidad pública al eliminarle los recursos extraordinarios para su funcionamiento, alertó.

En el mismo sentido, el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, señaló que la desaparición de dichos fondos significaría un caos, porque, además del retroceso histórico para la investigación y la tecnología, esos apoyos dan estabilidad a las instituciones educativas.

Sin recursos, alertó Arias Lovillo, yo me atrevería a pensar que estamos ante un espiral desestabilizadora de las instituciones. Es un escenario que ni siquiera me lo quiero imaginar, expresó al manifestar su confianza en que los líderes de los partidos defiendan el presupuesto de las universidades.

Para el rector de la UABJO, Rafael Torres Valdez, el recorte presupuestal de este año es de 2 por ciento y no de uno por ciento.