Tokio/Copenhague, 2 de octubre. En Japón se vivió con desilusión que Tokio haya quedado fuera en la ronda previa de la elección por la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.

“Fue un shock total”, manifestó la campeona olímpica de maratón en Sydney 2000, Naoko Takahashi, mientras la submonarca de esa prueba en Barcelona 92, Yuko Arimori, consideró que la presentación fue buena, pero faltó un toque extra.

Una petición apasionada hecha por los líderes de la candidatura de Tokio, subrayando las credenciales ambientales de la ciudad y una cuenta bancaria abultada no lograron convencer al Comité Olímpico Internacional.

Minutos después de que los estadunidenses terminaron su presentación, en el centro de convenciones Bella en Copenhague, Tokio abrió con fuerza y frescura su intervención con el primer ministro Yukio Hatoyama y el gobernador de la ciudad, Shintaro Ishihara, invitando a un mundo mejor, mientras imágenes del deshielo de los glaciares y la pobreza apoyaban sus discursos, en el que mencionaron varios de los problemas más agudos que enfrenta el planeta.

Asimismo, resaltaron la solidez económica del país, al contar con unos fondos reservados de 4 mil millones de dólares, de ganar el certamen.

Zannen, zannen (¡Qué pena, Qué pena!) lamentaron centenares de personas en Tokio, que se conformaron con que por lo menos le ganamos a Chicago, dijo Akiko Shindo, de 27 años.