Actualmente está en curso una especie de desmemoria instrumental promovida desde el poder político, que convoca a la sociedad a olvidarse de su historia; la convocatoria más conspicua y majadera en ese sentido fue de Vicente Fox, quien nos dijo que México había perdido 70 años, y otros epígonos y corifeos nos proponen que perdimos un siglo, que la Revolución fue invento y que en realidad a partir de los años 40 este país se ha dedicado a dilapidar las rentas sin tener nada de crecimiento y desarrollo.

De esta manera advirtió Rolando Cordera contra esa invitación a la desmemoria desde una especie de posmodernismo vernáculo, tropical y totonaca; no hay grandes narraciones, no hay registro, todo es hacia adelante.

Frente a eso, hay que construir una militancia por la memoria, sabiendo que lo peor que le puede pasar a una militancia como ésas es creer que hay una sola verdad sobre la memoria.

Invitación a los jóvenes

Profesor emérito de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México y colaborador fundador de La Jornada, Cordera sostuvo lo anterior durante la presentación de su libro Volver con la memoria (Ediciones Cal y Arena), que reúne 26 entrevistas con intelectuales, políticos, empresarios y hombres de la ciencia, el arte y la cultura, transmitidas originalmente por Canal 22 entre 1997 y 1998.

Dijo que con estas conversaciones se puede probar que en México hay una memoria de calidad e hizo un llamado a que los jóvenes prosigan con esa necesaria labor de rescate de la memoria: El tema fundamental es la defensa y reivindicación de la historia como un valor fundamental de una sociedad moderna, civilizada y que quiere ser democrática.

José María Pérez Gay era director de Canal 22 cuando Cordera le presentó el proyecto de entrevistas que, ahora reunidas en un libro, no han perdido su vigencia.

“¿Para qué sirve la tradición histórica? –preguntó Pérez Gay durante la presentación de Volver con la memoria, en la Casa del Risco de San Ángel– si, como se afirma, se vive en una sociedad posnacional reacia a incorporar mitos, donde los profetas del exterminio de la tradición seleccionan con criterio de mercadotecnia. Lo primero que quiero celebrar de Volver con la memoria es la forma como nos revela que todavía carecemos de una historia cultural del país, en que cobre su relieve la división entre capital y provincia, entre la concentración extrema de ofrecimientos y la práctica de la escasez.”

El escritor y diplomático dijo también que Volver con la memoria es un libro tan personal y expresivo como puede serlo una obra narrativa, y en el cual los entrevistados descubren sus momentos más secretos.

Los entrevistados por Cordera, dijo en su turno el historiador Leonardo Lomelí, representan mucho de lo mejor que se hizo en nuestro país a lo largo del siglo XX. El hecho de que ahora se ponga por escrito este gran esfuerzo por volver a la memoria de este siglo tan importante para la conformación de nuestro país. Me parece muy acertada y digna de festejarse.

Último en intervenir, José Woldenberg subrayó la importancia de la memoria como cohesionador social, como referente común, como historia colectiva, no es poca cosa porque sin ella las comunidades humanas serían como zombies, sin pasado y sin capacidad de imaginar siquiera el futuro.