efebófilo
Viernes 2 de octubre de 2009, p. 39
En Canadá, la policía giró una orden de arresto y de búsqueda contra el obispo católico Raymond Lahey, quien fungía como máxima autoridad eclesial en la provincia de Nueva Escocia. Al parecer los agentes canadienses descubrieron en la computadora personal del prelado abundante material de pornografía infantil durante una revisión rutinaria en el aeropuerto de Ottawa.
Al día siguiente del hallazgo policial –el pasado 25 de septiembre–, Lahey renunció a su cargo de forma sorpresiva. El escándalo mancha de nuevo la reputación de la Iglesia católica en el mundo, con una nutrida y variopinta lista de casos de sacerdotes, prelados y hasta cardenales involucrados en casos de pornografía infantil, abuso sexual a menores y en la mayoría de los casos ocultación de estos hechos con el único fin de proteger a sus correligionarios.
La orden de detención de Lahey coincide, además, con las recientes y polémicas declaraciones de Silvano Tomasi, observador del Vaticano ante la ONU, quien afirmó que los sacerdotes que hayan incurrido en abuso de menores “no son pedófilos, sino efebófilos”, ya que a su juicio no se debería hablar de pedofilia, sino de homosexuales atraídos por adolescentes.