El multimillonario fundador del Cirque du Soleil partió este miércoles al espacio, para satisfacer una ambición de toda la vida: llegar adonde ningún payaso había ido antes.

Luciendo una bulbosa nariz roja y lanzando besos a amigos y familiares antes del tenso despegue desde el Cosmódromo Baikonur, operado por Rusia en la estepa kazaja, Guy Laliberté se encontraba de excelente humor al entrar en órbita a bordo de la nave Soyuz TMA-16, según se informó.

El tragafuego y equilibrista pagó 35 millones de dólares por el privilegio de abandonar la Tierra, en un intento por ilustrar el drama de millones de personas que enfrentan un futuro incierto sin acceso al agua limpia. Laliberté, de 50 años, pasará 12 días en el espacio; mañana llegará a la Estación Espacial Internacional (EEI), a 360 kilómetros de la Tierra. Lo acompañan en su misión el astronauta estadunidense Jeffrey Williams y el cosmonauta ruso Maxim Surayev.

Los amigos y familiares del empresario cantaron y bailaron Rocket Man, de Elton John, cuando se anunció que la nave de Laliberté había entrado en órbita. Estoy muy contenta por él, es asombroso, exclamó Claudia Barilla, su pareja, quien lucía una nariz amarilla brillante y llevaba en brazos al pequeño hijo de ambos.

Los viajeros del espacio han pasado 12 años adiestrándose para la misión, pero la presencia de un payaso a bordo pareció relajar la seriedad del ambiente. Surayev deleitó con una canción a sus compañeros de viaje antes de tomar los controles.

El multimillonario canadiense es el séptimo turista del espacio en hacer el viaje a la estación multinacional. El punto culminante de su estancia llegará la próxima semana, cuando se enlace con la banda de rock U2, la estrella pop colombiana Shakira y el ex presidente estadunidense Al Gore, así como con 14 ciudades del globo, para encabezar una presentación poética que se podrá ver por Internet.

Laliberté, quien fue artista callejero, expresó en una entrevista reciente: La vida me ha dado algunas cualidades, algunos bienes, y he construido un equipo de personas muy creativas alrededor del mundo. Con ellas presentaré algo que será muy original, y espero tener el resultado de sensibilizar a la gente con respecto a la situación del agua en el planeta.

El propietario del circo podría ser uno de los últimos visitantes privados a la EEI, ante la decisión de la NASA de congelar el programa de transbordadores y apoyarse en la agencia espacial rusa para llevar astronautas al proyecto multinacional de 100 mil millones de dólares, que aún está en construcción. Pero Eric Anderson, jefe ejecutivo de Aventuras en el Espacio, empresa que ha organizado las visitas privadas, insistió en que más turistas harán el viaje: Sigo escuchando que el turismo espacial se va a acabar y parece que nunca es cierto. Estamos en movimiento. Habrá acceso al espacio; sólo es cuestión de dónde y cómo.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya