Durante 2007 y 2008, en México se registraron 54 robos de arte sacro y actualmente se investiga el caso de 274 objetos artísticos sustraídos en el país, informó Jean Pierre Jouanny, oficial de inteligencia de la secretaría general de la Organización Internacional de Policía Criminalista (Interpol), cuya sede está en Lyon, Francia.

El especialista francés participó en el taller regional Protección y salvaguarda de los bienes culturales patrimoniales de la Iglesia en América Latina y el Caribe, organizado por la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Jouanny manifestó que los delitos contra los bienes culturales, si bien tienen importancia considerable por lo que representa el patrimonio cultural, en muchos países son un problema secundario, ya que su prioridad es el tráfico de drogas, así como los delitos contra las personas.

Desde 1947 la Interpol se ha dedicado particularmente a la lucha contra este tráfico de bienes culturales, y resulta muy difícil tener estadísticas precisas sobre los robos de arte en el mundo. Se debe olvidar lo que se ve en los periódicos de que el hurto de piezas es el tercer tráfico después de las armas y la droga.

El funcionario destacó que es importante llevar estadísticas en los países para demostrar que se trata de una problemática y así contar con los recursos humanos y económicos necesarios para salvaguardar los bienes culturales.

Hay que tener ojo con las cifras, porque muchos robos no son notificados a la policía y también existen países que no proporcionan información de esos delitos y por esa razón no podemos intervenir, agregó Jean Pierre Jouanny durante su intervención en el taller, que se realizó en el auditorio del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y concluye hoy en el Museo Nacional de Antropología.

Según información de la Interpol en su página web, el robo de bienes culturales en museos e iglesias afecta tanto a los países desarrollados como a los que están en desarrollo, y reviste mayor importancia en Francia e Italia.

“Los robos más numerosos –explicó el funcionario– se cometen durante la apertura de las exposiciones; en segundo lugar se registran hurtos cometidos con la complicidad de los empleados o en los almacenes y, en este caso, son descubiertos por los responsables de los museos al realizar inventarios. El modus operandi consiste en sustituir la obra original por una copia.”

Consideró que el tráfico ilícito de los bienes culturales se ve fomentado por la demanda del mercado del arte y la apertura de fronteras. También destacó la importancia de sensibilizar a las personas sobre el patrimonio cultural para evitar el robo de obras de arte.

Jean Pierre Jouanny comentó que en 2006 y 2007, en Alemania, se reportaron 2 mil 265 robos de objetos de arte, mientras en Francia se documentaron 2 mil 223. Expresó que en México se reportaron 29 robos de arte sacro en 2007, y en 2008 fueron 25 casos.

Con el objetivo de combatir el tráfico de bienes culturales, la Interpol permite en su página web el acceso al archivo de las 34 mil obras de arte robadas en el mundo. En su base de datos no se proporcionan elementos de identificación personal, sino únicamente información sobre las piezas (descripción y fotografías). Los interesados deben realizar una inscripción previa para consultar los datos.

La Interpol tiene reportes de 957 objetos de arte robados en Estados Unidos, 884 en Argentina, 667 en Perú, 530 en Canadá y 274 en México. Jouanny comentó que varios países carecen de leyes que sancionen la tentativa de tráfico ilícito y no se puede arrestar a los ladrones de esas piezas.