Naciones con buen nivel educativo no escapan a ese mal
Miércoles 30 de septiembre de 2009, p. 39
Más de 20 países iberoamericanos se unieron por primera vez en un mensaje contra la violencia de género mediante el lanzamiento de la campaña Maltrato zero, la cual se presentó ayer en México durante los trabajos rumbo a la 19 cumbre iberoamericana de jefes de Estado y de gobierno que se realizará a finales de este año en Portugal.
El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, señaló que la violencia de género es un tema que ofende la conciencia crítica y ética de la humanidad, por lo que esta iniciativa es una excelente oportunidad para rechazar abiertamente cualquier tipo de agresión contra las mujeres.
Es un problema fundamentalmente ético, sin duda alguna, pero al que no escapan los países ni por su nivel de desarrollo ni por su nivel de educación. Es un tema presente con tremendas implicaciones en todos los campos, no solamente en lo económico, donde realmente se priva la plena participación de la mujer al proceso de desarrollo, sino también en los planos sociales, en la destrucción de la unidad familiar y, lo que es todavía muy importante, en los planos éticos y políticos
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En la primera reunión de coordinadores nacionales y responsables de cooperación iberoamericanos realizada en la cancillería, se presentaron los videos alusivos a esta campaña en donde el lema es entre un hombre y una mujer, maltrato cero
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El movimiento es una estrategia que invita a jóvenes de los 22 países iberoamericanos a unirse para combatir este problema y expresar su rotundo no al maltrato. El reto es generar una corriente movilizadora intercultural entre personas y naciones para rechazar la violencia.
En su intervención, la titular del Instituto Mexicano de la Juventud, Priscila Vera, recordó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo, siete de cada 10 jóvenes mexicanos revelaron que han sufrido maltrato en esa etapa.
Además dijo que el bono poblacional que hoy vive México también se extiende a América Latina, por lo que trabajar con los jóvenes es crucial para no perder su fuerza productiva, pero sobre todo, porque ellos son el presente y el futuro de nuestro país
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